(ZENIT – 28 mayo 2018).- El Papa Francisco ha expresado que la alegría no es «ser divertido» no «vivir de risotada en risotada». La alegría cristiana –ha aclarado– es la paz: La paz que está en las raíces, la paz del corazón, la paz que sólo Dios nos puede dar».
Así lo ha explicado el Santo Padre en la homilía pronunciada en la misa en Santa Marta, esta mañana, 28 de mayo de 2018.
La alegría “es la trascendencia del cristiano”, una alegría hecha de paz verdadera y no falaz como la que ofrece la cultura actual, que “inventa tantas cosas para divertirnos”, innumerables “pedacitos de dulce vida”, ha anunciado el Pontífice en la capilla de Santa Marta.
Fruto del Espíritu Santo
“Un cristiano que no es alegre en su corazón no es un buen cristiano”, ha indicado el Papa. “Es la trascendencia, el modo de expresarse del cristiano, la alegría. No es una cosa que se compra o que yo hago con mi esfuerzo, no. Es un fruto del Espíritu Santo. Y el que provoca la alegría en el corazón es el Espíritu Santo”.
El mundo contemporáneo –continuó el Obispo de Roma– lamentablemente se contenta con una “cultura no gozosa”, “una cultura donde se inventan tantas cosas para divertirnos”, tantos “pedacitos de dulce vida”, pero que no satisfacen plenamente. En efecto, la alegría “no es una cosa que se compra en el mercado”, “es un don del Espíritu” y vibra también “en el momento de la turbación, en el momento de la prueba”.
“Hay una inquietud buena pero hay otra que no es buena, esa de buscar las seguridades por doquier, esa de buscar el placer por doquier. El joven del Evangelio tenía miedo de no ser feliz si dejaba sus riquezas. La alegría, la consolación, es nuestra trascendencia de cristianos”, ha comentado el Pontífice.
Misa en Santa Marta, 28 de mayo de 2018 © Vatican Media
Santa Marta: La alegría no es "ser divertido", es la "paz del corazón"
Homilía del Papa Francisco en la misa