(ZENIT- 17 sept. 2019).- Colombia es uno de los nueve países que comprende la región amazónica. Con una extensión de casi 8 millones de kilómetros cuadrados, la región del Amazonas está formada por parte de Brasil, Bolivia, Venezuela, Perú, Ecuador, Colombia, Guyana, Suriname y Guayana Francesa.
Del 6 al 27 de octubre de 2019, se celebrará en el Vaticano la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica, en la que obispos y expertos de todo el mundo reflexionarán sobre la “Amazonía: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral”.
La Amazonía colombiana
Con una superficie de 483.119 km2 , la región amazónica de Colombia abarca el 42% del territorio nacional y es el área menos poblada del país.
Según el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas de Colombia (SINCHI), dicha región comprende el territorio de seis departamentos: Amazonas, Caquetá, Guainía, Guaviare, Putumayo y Vaupés. Y también una fracción de otros cuatro: Vichada (sur del municipio de Cumaribo); Meta (territorio completo de La Macarena y parte de los municipios de Mapiripán, Mesetas, Uribe, Puerto Concordia, Puerto Gaitán, Puerto Rico, San Juan de Arama y Vistahermosa); Cauca (fracción del municipio de San Sebastián y el territorio completo de Piamonte y Santa Rosa); y Nariño (parte de los municipios de Córdoba, Funes, Ipiales, Pasto, Potosí y Puerres).
Durante las décadas de 1950 a 1970, la ocupación de esta zona fue fomentada con la penetración de flujos migratorios en las regiones indígenas, en vistas a la instalación de un modelo de desarrollo basado en las actividades petrolíferas. Actualmente la mayoría de la población reside en los departamentos de Caquetá, Putumayo, Guavire y Amazonas.
La cuenca
El mapa de zonificación hidrográfica de Colombia establecido por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de la nación determina que la vertiente hidrográfica del río Amazonas presenta un área calculada de 341.994,37 km2 en el territorio colombiano.
Dicha área la conforman las nueve zonas hidrográficas de los siguientes ríos: Caquetá (29,23 %), Putumayo (16,94 %), Apaporis (15,65 %), Vaupés (11,02 %), Yarí (10,86 %), Guainía (9,15 %), Caguán (6,07 %), Amazonas (0,96 %) y Napo (0,13 %).
La selva
De acuerdo a los datos del Instituto SINCHI correspondientes al año 2012, la zona selvática de la región amazónica colombiana tiene una extensión de 390.707,6 km2, equivalente al 96,67 % del total de los bosques de la región. El restante 3,33 % corresponde al bosque andino en el paisaje de montaña dentro del territorio regional amazónico.
Por otra parte, los estudios de Salazar y Riaño de 2016 determinan que el área de la Amazonía selvática equivale al 80,86 % de la región, pero la permanencia de estas coberturas naturales se ve afectada por los efectos de la constante actividad humana, que las convierten en suelos de pastos, cultivos, edificaciones urbanas e industriales y explotaciones mineras.
Efectivamente, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Colombia señala que la minería, la cacería ilegal, la sobrepesca, la urbanización y la expansión de la frontera agrícola constituyen las principales amenazas para la Amazonia en este país.
Igualmente, esta organización estima que en esta región colombiana hay 674 especies de aves, 158 de anfibios, 195 de reptiles, 212 de mamíferos, 753 de peces y más de 6.300 plantas diferentes de flora.
La Iglesia en la Amazonía colombiana
Durante la época colonial española (1547 – 1681), los franciscanos y jesuitas realizaron las primeras expediciones misionarias en Caquetá y Putumayo, donde también hubo presencia de los dominicos.
A finales del siglo XVII, los jesuitas dejaron la región y se dedicaron a fortalecer la evangelización en Maynas. Los franciscanos, por su parte, continuaron con esta misión, estableciendo reducciones o asentamientos misioneros en el río Putumayo hasta 1784. A partir de entonces y durante casi 60 años, no hubo misioneros en esta región.
Durante la República, el Concordato de 1887 y el Convenio de misiones de 1902, firmados entre el Estado y la Santa Sede, la evangelización en los lugares fronterizos de Colombia fue encargada a órdenes religiosas: los capuchinos catalanes se situaron en Caquetá, en Putumayo y en el actual departamento de Amazonas y los salesianos y los xaverianos en Vaupés.
Siglo XX
A mediados del siglo XX, el Vicariato Apostólico de Caquetá se dividió en tres secciones eclesiásticas: el Vicariato de Sibundoy, el Vicariato Apostólico de Leticia y el Vicariato Apostólico de Florencia. Las dos primeras provincias fueron asumidas por los capuchinos y la tercera por los Misioneros de la Consolata.
La presencia de la congregación femenina de misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena (lauritas) fue también muy importante para la misión en la Amazonía.
En Vaupés, después de la primera mitad del siglo XX, cuando los Misioneros Monfortanos destacaron en la tarea de evangelización, llegaron los religiosos del Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal. Desde 1928, las misioneras lauritas se encuentran en esta región.
La ocupación de los exploradores de caucho comenzó a mediados del siglo XIX y con el establecimiento de empresas en el área, se produjeron epidemias y desplazamientos forzados que diezmaron a la población indígena de la Amazonía. Los misioneros denunciaron la situación y los abusos.
Actualmente, las jurisdicciones eclesiásticas en el territorio amazónico colombiano son 14: 8 vicariatos, pequeñas circunscripciones eclesiásticas, y 6 diócesis.