(ZENIT – 7 enero 2020).- En este primer domingo del año, Francisco renovó a todos sus «mejores deseos de serenidad y paz en el Señor». El Santo Padre rezó el Ángelus el día de la Epifanía, 6 de enero de 2020, en la plaza De San Pedro ante 50.000 fieles, según los datos de la policía vaticana.
El Papa, tras recitar la oración mariana, expresó: «En muchas partes del mundo se respira un terrible aire de tensión. La guerra sólo trae muerte y destrucción». Así, hizo un llamamiento «a todas las partes para que mantengan encendida la llama del diálogo y del autocontrol y para que eviten la sombra de la enemistad».
«Recemos en silencio para que el Señor nos conceda esta gracia», pidió el Pontífice a todos los presentes en la plaza. Y recordó el «compromiso que asumimos en el día de Año Nuevo», Jornada de la Paz: «La paz como esperanza: diálogo, reconciliación y conversión ecológica». «Con la gracia de Dios, podremos ponerlo en práctica», exhortó.
A continuación, publicamos las palabras del Santo Padre tras la oración del Ángelus, el 6 de enero de 2020.
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Palabras después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas:
En muchas partes del mundo se respira un terrible aire de tensión. La guerra sólo trae muerte y destrucción. Hago un llamamiento a todas las partes para que mantengan encendida la llama del diálogo y del autocontrol y para que eviten la sombra de la enemistad. Recemos en silencio para que el Señor nos conceda esta gracia.
Os dirijo un saludo cordial a todos, peregrinos venidos de toda Italia y de otros países. Saludo a las familias, asociaciones y grupos parroquiales, en particular a los confirmantes de Mozzo y Almè – ¡tenéis una pancarta muy bonita! – en la diócesis de Bérgamo, y al grupo de la “Fraterna Domus”.
En este primer domingo del año renuevo a todos mis mejores deseos de serenidad y paz en el Señor. En los momentos felices y en los difíciles, confiémonos a Él, ¡que es nuestra esperanza! Recuerdo también el compromiso que asumimos en el día de Año Nuevo, Jornada de la Paz: «La paz como esperanza: diálogo, reconciliación y conversión ecológica». Con la gracia de Dios, podremos ponerlo en práctica.
Os deseo un buen domingo. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta mañana para la solemnidad de la Epifanía.
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