(ZENIT – 17 oct. 2019).- Los obispos de Costa Rica manifiestan su apoyo a la campaña «40 días de por vida», que “quiere unir a los creyentes en la oración para que el aborto no sea nunca legalizado en Costa Rica y sea extirpado en todo el mundo».
Así informó la propia Conferencia Episcopal de Costa Rica a través de un comunicado.
Esta campaña surge alrededor del debate suscitado en el país costarricense ante la interpretación de la ley sobre el aborto terapéutico. Esta práctica está permitida en Costa Rica solo cuando la vida de la madre está en riesgo, mientras que para la Organización Mundial de la Salud, el aborto debe considerarse terapéutico cuando no solo la salud física, sino también la salud mental de la madre se encuentra en peligro.
No obstante, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, ha prometido firmar este año una norma técnica para regular dicho aborto terapéutico, de manera que los movimientos pro-vida, respaldados por los obispos, se han movilizado contra la disposición.
Así, en su nota, los prelados remiten a las palabras del Papa Francisco con respecto a esta cuestión: ”¿Cómo puede ser terapéutico, civil o simplemente humano un acto que suprime la vida inocente e indefensa en su inicio?… ¿Es justo “deshacerse” de una vida humana para resolver un problema?… No se puede, no es justo “deshacerse” de un ser humano, aunque sea pequeño para resolver un problema… Vale la pena acoger cada vida porque cada hombre vale la sangre de Cristo mismo”.
En definitiva, los representantes de la Iglesia en Costa Rica instan al presidente a no firmar dicha norma, pues “bien vale la pena defender a quienes no tienen voz para clamar por su vida”.
Igualmente, los obispos animan a unirse a todas las actividades organizadas por la mencionada campaña mediante “la oración y el ayuno, las vigilias y diferentes actividades comunitarias para convertirnos todos en verdaderos promotores de la Cultura de la Vida en nuestro país, tan asediado en los últimos años por ideologías foráneas que atentan contra la dignidad de la vida humana”.