(ZENIT – 1 enero 2020).- «La paciencia del amor, el amor nos hace ser pacientes. Pero tantas veces perdemos esta paciencia, incluso yo, pido disculpas por el equivocado gesto de ayer».
Con estas palabras, pronunciadas durante el Ángelus del día 1 de enero de 2020, el Papa Francisco se disculpó por su gesto de impaciencia ante una mujer que le agarró con fuerza el día anterior.
Después de celebrar las Vísperas en la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, el 31 de diciembre de 2019 en la Basílica Vaticana, el Santo Padre se dirigió a la plaza de San Pedro y meditó frente al pesebre. Antes y después de esta visita, Francisco se acercó a los presentes, besó a los bebés, saludó a los discapacitados y a la multitud y bendijo a los niños.
Durante estos saludos espontáneos, a menudo hay sorpresas y ocasionalmente algunos incidentes. Mientras caminaba entre la multitud, un niño pequeño cayó de la barandilla y el Papa se volvió para bendecirlo, ofreciéndole un rosario. Además, un coro dedicó un canto en inglés al Obispo de Roma.
Asimismo, una mujer tomó la mano del Pontífice y la agarró con firmeza mientras él quería alejarse, como si no quisiera dejarlo ir. Esto hizo que el Santo Padre, de 83 años, perdiera la paciencia, haciendo que le soltara.
Así, al día siguiente, recordando que la salvación de Cristo no es «mágica» sino «paciente», el Papa Francisco pidió disculpas por ello.
Con Anita Bourdin y Deborah Castellano Luboh