(ZENIT- 1 septiembre 2019).- Dado que hoy, 1 de septiembre de 2019, se celebra la Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la creación, el Papa Francisco ha señalado que esta anima “a la toma de conciencia y al compromiso de proteger nuestra casa común, partiendo de un estilo de vida personal y familiar más sostenible”.
En sus palabras después del Ángelus, el Santo Padre también ha subrayado que desde hoy y hasta el 4 de octubre, fiesta de san Francisco de Asís, “es tiempo propicio para la alabanza de Dios por todas sus criaturas y para la asunción de responsabilidades ante el grito de la tierra”.
Después ha saludado a los presentes, procedentes de Italia y de diversas partes del mundo. En particular ha aludido a los peregrinos ucranianos, venidos de diferentes países con ocasión del Sínodo de obispos de la Iglesia greco-católica ucraniana, que se celebrará en Roma en los próximos días. Asimismo, se ha dirigido a las hermanas y jóvenes en formación del Instituto de San José Benedicto Cottolengo, a las que les ha agradecido su testimonio, su labor y sus enseñanzas. Finalmente, ha nombrado a los ciclistas de Cunardo, a los fieles de Cerro di Bottanuco, al grupo de la Acción Católica de Lecce y a los jóvenes de San Matteo della Decima, Gallo Ferrarese y Capriate San Gervasio.
El Papa también ha mencionado su próximo viaje a Mozambique, Madagascar y Mauricio, que comienza el miércoles 4 de septiembre y ha pedido “que me acompañéis con la oración, para que esta visita pastoral dé los frutos deseados”.
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Palabras del Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy, 1 de septiembre, se celebra la Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la creación. Una oración ecuménica que anima a la toma de conciencia y al compromiso de proteger nuestra casa común, partiendo de un estilo de vida personal y familiar más sostenible. Desde hoy hasta el 4 de octubre, fiesta de san Francisco de Asís, es tiempo propicio para la alabanza de Dios por todas sus criaturas y para la asunción de responsabilidades ante el grito de la tierra.
Saludo a todos ustedes procedentes de Italia y de varias partes del mundo. En particular, saludo a los peregrinos ucranianos, que han venido de diferentes países con ocasión del Sínodo de obispos de la Iglesia greco-católica ucraniana, que tendrá lugar en Roma en los próximos días. Saludo a las Hermanas y jóvenes en formación del Instituto de san José Benedicto Cottolengo. ¡Gracias! ¡Gracias por su testimonio! Gracias por lo que hacen y por lo que nos enseñan; adelante,vamos! A los ciclistas de Cunardo y a los fieles de Cerro di Bottanuco; al grupo de la Acción Católica de Lecce y a los jóvenes de San Matteo della Decima, Gallo Ferrarese y Capriate San Gervasio.
El próximo miércoles, si Dios quiere, partiré hacia un viaje apostólico a África, para visitar las poblaciones de Mozambique, Madagascar y Mauricio. Os pido que me acompañéis con la oración, para que esta visita pastoral dé los frutos deseados.