La Gregoriana inaugura un centro de protección de menores

El Papa bendice el proyecto ampliado de la universidad pontificia, siguiendo la fase piloto de tres años

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El Centro para la Protección de la Infancia, ubicado en la Universidad Pontificia Gregoriana, ha sido inaugurado este lunes por la noche, una semana después de que la Pontificia Comisión para la Protección de Menores se ha reunido en Roma.

Antes de la inauguración del Centro, tuvo lugar una conferencia de prensa para detallar sus esfuerzos en la creación de una investigación internacional y un centro educativo dedicado a la prevención del abuso de niños y adultos vulnerables.

Entre los presentes en la conferencia estuvieron el cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston, y presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores; el padre Hans Zollner, SJ, presidente del Centro para la Protección de la Infancia y miembro de la citada Comisión; y el  profesor Dr. Karlijn Demasure, director ejecutivo del centro.

Originalmente con sede en Munich, el Centro para la Protección de la Infancia se estableció en enero de 2012 como la «iniciativa global de la Iglesia Católica sobre la prevención del abuso sexual de los niños y los hombres y mujeres vulnerables”. Tras una fase piloto de tres años, el Centro tendrá ahora su sede en Roma.

El cardenal O’Malley comenzó su discurso leyendo una carta de Francisco en la que saluda a los miembros del centro.

“Quiero hacerte llegar un cordial saludo a ti y a todos los que trabajan en este emprendimiento. Me alegra mucho que están haciendo y los felicito de corazón”, escribió el Santo Padre. “Sé que todo este trabajo dará su fruto. Pido al Señor los acompañe y a la Virgen Madre los proteja”.

Recordando su servicio en tres diócesis de Estados Unidos que estaban en el centro del escándalo de los abusos sexuales del clero, el cardenal O’Malley dijo que inicialmente no había políticas o procedimientos establecidos y las respuestas a las acusaciones dieron más atención a la rehabilitación de los autores que a la atención de las víctimas. Aunque ha cambiado mucho, el purpurado estadounidense dijo que todavía queda más trabajo por hacer.

«Somos dolorosamente conscientes de que todavía hay muchas partes del mundo donde el abuso sexual en la Iglesia no se ha abordado», dijo. «Esperamos que las organizaciones como el Centro para la Protección de la Infancia ayuden a hacer la diferencia.»

El cardenal O’Malley recordó que en 2002, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) encargó dos estudios realizados por la Universidad John Jay. El primero estudió las causas y contexto del abuso sexual y el segundo estudió su naturaleza y alcance.

El estudio identificó 10.676 casos individuales de personas que mostraron acusaciones desde 1950 a 2002 y analizó también el perfil de los presuntos abusadores. Sin embargo, el cardenal dijo que aparte del estudio de John Jay, no se han realizado otros estudios de investigación.

«Se necesitan más estudios para garantizar la seguridad y las mejores prácticas», dijo el cardenal O’Malley. «Ayudar a los líderes de la Iglesia para estar informados es de suma importancia, sobre todo en cuestiones de rendición de cuentas, el cumplimiento y la vigilancia».

«Mover el Centro al corazón de la Iglesia orienta su personal a ser actores importantes en la protección de los niños y adultos vulnerables», concluyó.

El presidente del Centro, el padre Hans Zollner, reiteró la afirmación del cardenal O’Malley de que en los últimos años, los líderes de la Iglesia no sabían cómo lidiar con los casos de abuso sexual. Asimismo, manifestó su deseo de que el Centro para la Protección de la Infancia ayude en la formación de las personas que se involucran con las víctimas y los abusadores.

«Normalmente, una reacción sería no querer tratar con ello. Así que somos muy conscientes y esto será parte del programa: tenemos que encontrar una manera de educar realmente a los líderes de la Iglesia y los que tratan de primera mano con las víctimas y los perpetradores», dijo.

«¿Cómo podemos hacer para que los líderes de la Iglesia no descuiden la cuestión?». Es necesario ser acogedores con las víctimas, pero sin dejarse engañar. «Así que sin duda esto será parte de nuestro esfuerzo».

Uno de los principales esfuerzos del Centro es proporcionar formación a las diócesis en los países en vías de desarrollo que carecen de dinero y recursos para hacer cumplir los programas y las mejores prácticas en el tratamiento de casos de abuso sexual.

Como antiguo obispo misionero en las islas del Caribe, el cardenal O’Malley está muy familiarizado con esta realidad.

«En los países de misión, hay recursos muy limitados y nos gustaría ser capaces de afrontarlo ayudando”, dijo.

«Como presidente de la Comisión, me dirijo a todos los presidentes de todas las Conferencias Episcopales del mundo, intentando que nombren una persona de contacto para que podamos tratar en la comisión y saber qué recursos del Centro serán de gran valor en nuestro acercamiento a la Iglesia en estas partes del mundo en vías de desarrollo, donde hay tal escasez de recursos, que apenas están empezando a tomar conciencia de la importancia de este tema».

«Como ya he dicho, no somos el primero y no somos el único centro de este tipo de actividades de investigación», añadió el padre Zollner. «Así que la Pontificia Comisión ha establecido grupos de trabajo y hay algunos grupos de trabajo en los que estaremos involucrados, pero no somos los únicos ni los primeros».



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Junno Arocho Esteves

Newark, New Jersey, USA Bachelor of Science degree in Diplomacy and International Relations.

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