(ZENIT – 6 nov. 2019).- Siguiendo el viaje por el libro de los Hechos de los Apóstoles, el Papa ha relatado esta mañana, en la audiencia general, como san Pablo anunció a Cristo a Atenas, y el contacto con el paganismo no le asustó, «sino que le empuja a crear un puente para dialogar con aquella cultura».
Miles de peregrinos se han congregado a primera hora de la mañana para escuchar al Santo Padre, este miércoles, 6 de noviembre de 2019, en la plaza de san Pedro, en el Vaticano, a pesar de la lluvia.
Con «mirada contemplativa», san Pablo descubre que Dios habita en las casas de los atenienses, en sus calles, en sus plazas, ha descrito el Papa, «no mira al paganismo con hostilidad, sino que, en un ejemplo extraordinario de inculturación, anuncia a Cristo partiendo de su fe en un ‘Dios desconocido’, al que han construido un ídolo».
Francisco ha dedicado la catequesis al apóstol Pablo a su llegada a Atenas, la «gran ciudad de la cultura griega». En ella, el apóstol frecuenta la sinagoga, símbolo de la fe en Dios; la plaza, centro de la vida ciudadana, y al Areópago, corazón de la vida cultural y política.
Desde este puente
«Después de captar su benevolencia desde este puente», ha dicho el Pontífice, san Pablo «comienza a explicar paso a paso la revelación, desde la creación hasta la revelación de Cristo».
Así, el Papa ha narrado que «aparentemente este camino no dio el resultado esperado», pues «por un tiempo ellos escucharon con simpatía, pero la muerte y resurrección de Cristo se reveló como un escándalo para los judíos y necedad para los paganos, suscitando desprecio y burlas». Pero a pesar de esto, «algunos se convirtieron y quedaron como semilla de la fe también en Atenas», ha asegurado.
