Inauguración del Curso 2019/2020 de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz © PUSC

Universidad Pontificia de la Santa Cruz: Inauguración del curso 2019/2020

En el 35 aniversario de su fundación

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(ZENIT – 8 oct. 2019).- Ayer, lunes 7 de octubre de 2019, tuvo lugar la ceremonia de inauguración del año académico 2019/2020 en la Universidad de la Santa Cruz, Roma.

A las 9:30 horas, en la Basílica de San Apollinare, se celebró la tradicional Misa votiva del Espíritu Santo, presidida por el gran canciller de la Universidad, Mons. Fernando Ocáriz, y concelebrada por las autoridades de las distintas facultades.

Posteriormente, a las 11:00, en el Aula Magna «Giovanni Paolo II», se ha celebrado el Acto académico solemne. La lectio inauguralis ha sido confiada este año al profesor Alberto Gil, de la Facultad de Comunicación, que ha hablado sobre «Retórica y universidad: dos hermanas inseparables».

Palabras de Mons. Fernando Ocáriz

La búsqueda de la plenitud de la vida cristiana en las realidades seculares y en la vida cotidiana, como una oportunidad para intensificar el diálogo fecundo con la cultura contemporánea. Esta es la descripción que el Gran Canciller de la Universidad y Prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, hizo de las iniciativas que animan la vida académica de la Santa Cruz en el discurso de inauguración del 35º aniversario de actividad.

Es un compromiso que recuerda las indicaciones contenidas en la última Constitución Apostólica del Papa Francisco, Veritatis Gaudium, que prevé la renovación de los estudios eclesiásticos a través del fortalecimiento del diálogo interdisciplinario, «como verdadera iluminación y fecundación de todo conocimiento, a través de la luz que emana de la Revelación divina».

Ante la creciente fragmentación del conocimiento, Mons. Ocáriz considera que una «visión sapiencial de cada disciplina» puede ser de gran ayuda en la búsqueda de «soluciones a los problemas que aquejan a la humanidad».

Comunicación informal

El gran canciller se refirió también al currículo oculto que acompaña a la enseñanza formal, es decir, a la contribución de la comunicación informal – «aparentemente invisible, difícil de conceptualizar»- que pertenece a toda la comunidad académica y está compuesta por «palabras, gestos y actitudes» que crean un ambiente familiar lleno de encuentros humanos.

Este enfoque es bien reconocido por los estudiantes que, junto con la belleza y la profundidad de la experiencia intelectual que han recibido, aprecian su implicación en la formación humana y espiritual, la amistad y la unidad de la vida apostólica.

Un legado, concluyó Monseñor Ocáriz, «que recibimos de san Josemaría», continuado después por los dos primeros grandes cancilleres, el beato Álvaro del Portillo y Mons. Javier Echevarría.

Homilía

En su homilía en la Misa de inauguración, Mons. Ocáriz destacó la llamada del Señor «a formar parte de ese grupo de fieles encargados de transmitir la fe, cada uno con un profundo conocimiento, en su propio ambiente: en los seminarios, en las parroquias, en las congregaciones religiosas o en las muchas ocupaciones ordinarias del mundo».

Para ello, sugirió «integrar la reflexión intelectual en la relación de amor con Dios y con la vida de los demás», llevando al estudio, la investigación y la oración «las aspiraciones y preocupaciones de nuestro mundo».

Respeto y confianza

Por su parte, en su lectio inauguralis, el profesor Alberto Gil ofreció algunas reflexiones sobre el vínculo inseparable entre la retórica y la universidad, como un enfoque para mejorar la enseñanza y las relaciones interpersonales en la comunidad académica, bajo el signo del respeto y la confianza.

La confianza juega un papel fundamental en esta relación, pudiendo ser considerada como la «madre de la retórica y de la universidad, la que las hace hermanas». De hecho, gracias a ella se puede llegar a ese «logos del amor» del que habló Benedicto XVI en Caritas in veritate. Esto es, la realización de «un diálogo basado en la confianza» que se convierta en un medio de comunicación dentro de la universidad y que cumpla plenamente la función de la amistad de la colegialidad.

La confianza en una comunidad académica, explicó Gil, puede llevar a ese circulus salutis (círculo de la salud) que genera energía y creatividad adicionales, así como un ambiente donde todos los empleados se sienten bien. «Gracias a esta energía de unidad de espíritu», profesores, alumnos y personal técnico-administrativo logran manejar las diferencias y crear un ambiente en el que «la formación del corazón y el desarrollo personal» es posible.

35 aniversario 

Como motivo de celebración del 35 aniversario de esta universidad, los anteriores 4 rectores magníficos (Ignacio Carrasco De Paula, Lluís Clavell, Mariano Fazio y Luis Romera) fueron honrados con una obra en esmalte que representa la Virgen del Apollinare, creada por la artista Paola Grossi Gondi.

El Acto Académico fue presentado por el rector magnífico, Luis Navarro, quien hizo una breve reseña de las principales iniciativas llevadas a cabo durante el curso anterior. También hubo un saludo de la representante estudiantil, Alina Maria Balaj, que mencionó algunas de las actividades de voluntariado realizadas en colaboración con la Asociación de Antiguos Alumnos.

Universidad de la Santa Cruz

La Universidad Pontificia de la Santa Cruz nació del deseo de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, de impulsar en Roma un centro superior de estudios eclesiásticos al servicio de toda la Iglesia.

En 1984, su sucesor, el beato Álvaro del Portillo, con la bendición de san Juan Pablo II, cumplió el deseo de San Josemaría, inaugurando el Centro Académico Romano. Esta institución, gracias al apoyo de las facultades eclesiásticas de la Universidad de Navarra, estaba destinada a convertirse en un centro de estudios y de investigación comprometido con un trabajo de formación teológica, filosófica y canónica.

La Universidad Pontificia de la Santa Cruz actualmente está formada por las Facultades de Teología, Derecho Canónico, Filosofía y Comunicación Social Institucional. También es parte esencial de ella el Instituto Superior de Ciencias Religiosas del Apollinare. La sede académica está en el edificio S. Apollinare en Roma, mientras que el Centro de Investigación y la Biblioteca están en la Via dei Farnesi.

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Larissa I. López

Larissa I. López es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, Máster en Artes de la Comunicación Corporativa y Doctora en Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Su trayectoria profesional ha transcurrido entre el ámbito de la comunicación y el de la docencia. Como redactora, ha colaborado con medios como Aceprensa, Pantalla 90 o CinemaNet. Como profesora, por su parte, ha impartido clases en la universidad y en centros de FP y bachillerato. En estos últimos realizaba también tareas relacionadas con la comunicación (redes sociales y edición de contenidos). Cordobesa de nacimiento también ha vivido en Sevilla, Madrid y Roma.

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