(ZENIT Noticias / Buenos Aires, 22.11.2024).- Durante la 125 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), los obispos de Argentina expresaron su más sincero agradecimiento al Papa Francisco en una carta que celebra su última encíclica, Dilexit Nos. La carta, imbuida de calidez familiar y orgullo nacional, refleja la profunda conexión de los obispos con el Papa, su compatriota, y subraya su esperanza por su esperado regreso a la Argentina.
Un regalo con resonancia local
Los obispos describieron Dilexit Nos como un «regalo» a la Iglesia universal, pero con un toque distintivamente argentino. Destacaron su resonancia con el espíritu de su patria y destacaron la importante contribución del difunto jesuita Diego Fares, una figura querida en la comunidad eclesial argentina. Para los obispos, la encíclica es más que un documento teológico: es una «caricia al corazón» en tiempos difíciles.
Una Iglesia arraigada en la esperanza en medio de las luchas
Reconociendo las dificultades que enfrenta su nación, los obispos destacaron las luchas de su gente: pobreza, inseguridad, desempleo e incertidumbre. Sin embargo, también elogiaron la resiliencia y la esperanza encarnadas por las comunidades más vulnerables de Argentina. «Estos humildes y olvidados son verdaderos maestros de esperanza», escribieron, reconociendo la fuerza de quienes «siguen adelante» a pesar de la adversidad.
Los obispos transmitieron su intención de canalizar el mensaje de Dilexit Nos en actos tangibles de servicio, inspirados en el Sínodo sobre la Sinodalidad. Enfatizaron la necesidad de hacer accesibles las lecciones del Sínodo a los fieles y vivirlas a través de gestos concretos de cuidado y solidaridad.
Un liderazgo renovado y una invitación constante
La carta también celebró la elección de un nuevo liderazgo dentro de la CEA, describiendo el proceso como una experiencia profundamente fraterna y sinodal. Esta renovación, dijeron, es un testimonio de su compromiso de servir a la Iglesia en Argentina con humildad y dedicación.
Una vez más, los obispos extendieron una invitación abierta al Papa Francisco para que visite su tierra natal, un sentimiento teñido de afecto: «Sabes que siempre estamos abiertos y ansiosos por tu visita a esta, tu tierra, que te ama y te espera».
Fe y devoción en el corazón de la Asamblea
La asamblea se realizó en La Montonera, un lugar simbólico de unidad y reflexión. Al concluir la reunión, los obispos planearon una peregrinación al santuario de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, para buscar su protección maternal y ofrecerle agradecimiento.
Para finalizar, los obispos aseguraron al Papa Francisco que rezarán por su misión y pidieron su bendición para el liderazgo recién elegido y para la Iglesia en Argentina, reafirmando su deseo de servir con fe y humildad.
Un mensaje de unidad y de impulso hacia adelante
Esta sentida carta de los obispos argentinos refleja el vínculo duradero entre la nación y su hijo espiritual más famoso, el Papa Francisco. Es un llamado a la esperanza y a la solidaridad, basado en la fe y el servicio, mientras la Iglesia de Argentina busca enfrentar los desafíos de hoy y abrazar las oportunidades del mañana.
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