Ofrecemos un artículo del padre Francisco José Ballesta LC, de la Facultad de Bioética del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, de Roma, en el que comenta la reciente noticia sobre clonación humana y las evidentes contradicciones de los científicos implicados.
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El día 15 de este mes aparecía la noticia del logro de células estaminales embrionarias humanas conseguidas a partir de blastocistos producidos por la técnica SCNT (transferencia de núcleo de célula somática a óvulos previamente privados de material genético), análoga a la que diera lugar a la producción de la oveja Dolly.
No nos interesan aquí los detalles técnicos, comunicados en un lenguaje divulgativo bastante asequible. Desde el punto de vista de la bioética nos interesa más el párrafo justificador que acompaña la descripción. Unas líneas que reflejan una “aparente ingenuidad” en los inteligentes científicos, una expresión más de la logística de la manipulación del lenguaje, usada como instrumento de confusión, a la que ya estamos acostumbrados en el debate bioético.
"Una importante distinción es que mientras el método puede ser considerado una técnica para clonar células estaminales, generalmente llamada clonación terapéutica, el mismo método podría no tener probabilidad de éxito en producir clones humanos o dicho de otra manera como clonación reproductiva". (http://www.ohsu.edu/xd/about/news_events/news/2013/05-15-ohsu-research-team-succe.cfm).
Se califica de importante distinción a una distinción que no existe pues el método produce clones humanos, independientemente de la finalidad a la que se destinen (ser destruidos para obtener células estaminales embrionarias o ser transferidos para buscar su desarrollo completo). Como los nombres indican (therapeutic cloning / reproductive cloning) se trata siempre de clonación.
El método no debe ser considerado sólo “una técnica para clonar células estaminales”. Clonar células estaminales significa producir células estaminales idénticas a otras ya existentes. Esto es sólo la parte final del experimento. El método está produciendo un clon humano del que se toman las células estaminales que serán después multiplicadas. Estamos ante un método de clonación que se usa con la finalidad de obtener células estaminales embrionarias que servirían para experimentar posibles terapias. La finalidad buscada no cambia la esencia de la técnica. Tanto en la clonación con fines reproductivos como en la clonación con fines terapéuticos estamos hablando de lo mismo. Esta técnica es clonación de un ser humano. Hay una contradicción evidente entre los hechos y la afirmación: “the same method would not likely be successful in producing human clones otherwise known as reproductive cloning”. Desde el momento de la transferencia del núcleo al óvulo privado de material genético, y la subsiguiente activación del mismo, pasos iniciales de la técnica, estamos ya ante un clon humano que viene descrito por los mismos autores usando los términos propios de la embriología humana.
"Varios años de estudios con monos que utilizan tranferencia de núcleos de células nunca han tenido éxito en producir clones de mono. Se espera que este sea también el caso en los humanos".
El término “somatic cell nuclear transfer” significa exactamente lo mismo que clonación y el resultado de estas técnicas, cuando son aplicadas correctamente, siempre ha sido la producción de clones, también en el caso de los monos. Otra cosa diversa es que estos clones, por causas que estamos comenzando a identificar, no sean capaces de desarrollarse completamente.
"Además, la fragilidad comparativa de las células humanas observada durante este estudio, es un factor significativo que probablemente prevendría el desarrollo de clones".
El comunicado persiste en sus imprecisiones: “es un factor significativo que probablemente prevendría el desarrollo de clones”. No se trata de un factor que previene el desarrollo (producción) de clones sino más bien de un factor que nos hace pensar que el clon (ya producido) no se desarrollará adecuadamente. Lo que sucede en la realidad obliga a corregir: es un factor significativo que probablemente prevendría el desarrollo de los clones.
"Nuestra investigación está dirigida a generar células estaminales para su uso en futuros tratamientos para combatir la enfermedad", añadió el Dr. Mitalipov. Mientras los avances en la transferencia nuclear a menudo llevan a un debate público sobre la ética de la clonación humana, este no es nuestro propósito, ni creemos que nuestros hallazgos puedan ser usados por otros para hacer avanzar la posibilidad de la clonación humana reproductiva".
El problema no es la loable finalidad perseguida sino la clonación humana implícita. El Dr. Mitalipov pretende desmarcarse del debate ético pero eso es imposible porque su experimento envuelve la clonación de seres humanos, aunque se esfuerce por negarlo. Su buen deseo sobre el uso de sus descubrimientos es sólo una manifestación de afectada ingenuidad porque la técnica es aplicable con cualquiera de las dos finalidades.
El auténtico problema bioético no es si clonación humana terapéutica sí y clonación humana reproductiva no; sino si clonación humana sí, o clonación humana no. El desplazamiento del debate a la primera disyuntiva obedece a una estrategia encaminada a buscar legitimar la clonación humana en sí.