El proyecto de turismo alternativo, denominado «Promartuc», promueve la convivencia en ambientes naturales y centros arqueológicos de la selva del Perú y es financiado por el fondo Italo-Peruano, según se hace eco el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano).

Situada a más de mil kilómetros de Lima, la región tiene numerosas ruinas pre-incaicas, entre ellas la ciudadela de Kuélap y otros vestigios arqueológicos de la cultura de Chachapoyas –capital del departamento de Amazonas--, junto a una de las mayores variedades de fauna y flora del continente americano.

Especialistas peruanos han capacitado a los habitantes para que sean ellos mismos quienes guíen a los turistas, les brinden alojamiento y alimentación, confirma el representante de Cáritas en Chachapoyas, Antonio Aransay.

También se ha capacitado a las comunidades de varios poblados para incrementar la producción y mejorar la calidad de su cerámica, textiles, productos lácteos y licores, sin perder la originalidad de sus artículos y las formas ancestrales de elaboración.

A tres horas de Chachapoyas se encuentra el poblado de Cheto, donde la comunidad se ha dedicado a la elaboración de productos lácteos, mientras que en el pueblo de Huancas, la única población del Amazonas dedicada a la alfarería, se ha instalado un taller para la elaboración de cerámica donde los habitantes confeccionan diversos productos de arcilla con motivos propios de su cultura.

Mientras, en el poblado de La Jalca Grande se ha instalado un taller textil. Allí, medio centenar de mujeres utilizan como materia prima los vellones de sus propias ovejas para hilar y tejer prendas de vestir con técnicas ancestrales.

Igualmente en Leymebamba, centro arqueológico donde se han encontraron alrededor de doscientas momias en buen estado de conservación, se ha construido un taller para elaborar licores y productos lácteos.

Más información en Cáritas del Perú (www.caritas.org.pe).