“Nos inquieta la prolongada situación de los pueblos originarios cuyas justas demandas 'exigen reparar siglos de marginación e injusticia'”, afirman los obispos chilenos, en una declaración a raíz del asesinato de un matrimonio en la región de La Araucanía, escenario de históricos enfrentamientos desde hace cuarenta años, entre latifundistas, empresas  explotadoras, Estado y población mapuche.

Entre los graves hechos que se vienen sucediendo en la región de La Araucanía, Chile, está el reciente asesinato de un matrimonio titular de una propiedad en la citada región. Atentadores no identificados prendieron fuego a la vivienda de Werner Luchsinger, de 75 años, y de sus esposa Vivian Mackay, de 69. El matrimonio estaba durmiendo y el propietario se enfrentó a los atacantes en la escalera, alcanzó a usar su arma de fuego, y recibió un golpe que le dejó inconsciente, según un familiar. Tras prender fuego los asaltantes, el matrimonio murió por asfixia. La Conferencia Episcopal de Chile (CECh) se ha pronunciado ante este dramático hecho.

El Comité Permanente de la CECh hizo pública una declaración, referida a la situación en La Araucanía, texto que se hizo público en la tarde del miércoles 9 de enero.

“En esta región del sur del país se ha mantenido un conflicto histórico con el Pueblo Mapuche sobre la reivindicación de sus tierras. Por estos días, la situación se vio agudizada por la muerte de un matrimonio de empresarios chilenos, que fallecieron después de que se quemara su casa, producto de un atentado”, informa a ZENIT la Oficina de Comunicaciones y Prensa de la Conferencia Episcopal de Chile.

En la declaración, con el título “Felices los que trabajan por la Paz”, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, manifiesta su "honda preocupación" por “el conflicto que se vive en La Araucanía” y subraya la importancia de avanzar hacia pasos concretos para erradicar la violencia, “con profundo respeto a la vida humana y la dignidad de las personas".

Junto con destacar la necesidad de un reconocimiento de la cultura propia del Pueblo Mapuche, los obispos agregan que confían en "que las autoridades, los dirigentes de la sociedad y representantes de las comunidades, sabrán encauzar estos anhelos, acogiendo los aportes de todos, actuando con ponderación y cordura, ayudando a las mejores decisiones y privilegiando siempre el respeto y el diálogo como vía de resolución de conflictos. De parte nuestra, comprometemos nuestra colaboración en este propósito".

La declaración fue firmada por los obispos Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago; Alejandro Goic, obispo de Rancagua; Horacio Valenzuela, obispo de Talca; Pablo Lizama, arzobispo de Antofagasta y administrador apostólico de Iquique; e Ignacio Ducasse, obispo de Valdivia.

El historiador Jorge Pinto Rodríguez, especialista en el conflicto mapuche, señaló a los medios de comunicación que la situación de La Araucanía se remonta a 140 años atrás, cuando “el Estado arrebató tierras que empobrecieron a las comunidades”.

El académico de la Universidad de La Frontera explicó a Radio Cooperativa que en las últimas cuatro décadas el problema se agudizó con la llegada de las trasnacionales que no lograron crear puestos de trabajo “en una región castigada y no han podido levantarse”.

Este es el texto completo de la declaración: http://documentos.iglesia.cl/conf/documentos_sini.ficha.php?mod=documentos_sini&id=4205&sw_volver=yes&descripcion=.