ROMA, jueves 20 de enero de 2011 (ZENIT.org).- Tras los recientes atentados contra los cristianos en Oriente Medio, sobre todo en Iraq y en Egipto, los diputados europeos han dado luz verde, hoy jueves, a una resolución que condena las violencias de matriz religiosa, y que pide al Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Catherine Asthon, que actúe urgentemente.

La resolución, según informa la propia UE, condena los ataques en Egipto, Nigeria, Filipinas, Chipre, Iran e Iraq, y pide al Consejo de Asuntos Exteriores, que se reunirá el 31 de enero, que ponga el tema en el orden del día.

Entre los episodios mencionados en el texto, aprobado por el Parlamento por una gran mayoría,. Figura también la interrupción con la fuerza, por parte de las autoridades turcas, en una Misa de rito cristiano celebrada el día de Navidad por 300 fieles que viven en la zona norte de la isla de Chipre.

En la resolución, los diputados europeos denuncian “la instrumentalización de la religión en conflictos de naturaleza política” y piden una estrategia de la Unión Europea para reforzar el derecho humano a la libertad religiosa.

Esta estrategia, afirmano, debería prever “una lista de medidas que puedan tomarse contra aquellos países que no garanticen la protección a las comunidades religiosas”.

Frente común

Ayer miércoles, Catherine Ashton prometió que la “Unión Europea no volverá la vista” del problema, condenando los recientes ataques contra los cristianos y el asesinato, en Paquistán, del gobernador del Punjab.

“No debemos caer en la trampa que nos están tendiendo extremistas y terroristas”, declaró, subrayando la necesidad de “resistirse a quienes quisieran hacer de la religión un motivo de división”.

“La mejor respuesta al extremismo es la de crear un frente internacional unido que se apoye en estándares universales de libertad de credo y de religión”, añadió.

Por el Partido Popular Europeo, intervino en el debate Mario Mauro, jefe de grupo del PdL y promotor de la resolución.

“Cristianismo y Occidente, para los grupos fundamentalistas que están atacando a las comunidades cristianas de medio mundo, representan el enemigo a batir”, declaró.

Por este motivo, Mauro ha pedido a Ashton que la UE se dote de “una estrategia para la libertad religiosa en el mundo”.

Evocando a Belén, cuna del cristianismo, el popular Elmar Brok advirtió por su parte que “una tradición que dura desde hace dos mil años podría terminar”, y exhortó a la UE a pronunciarse con dureza contra los ataques, sin olvidar un recuerdo a los cristianos de China, a menudo perseguidos a causa de su fe.

Según el diputado alemán, “el 75% de las violencias religiosas en el mundo tiene lugar contra los cristianos”.

Entre los demás diputados que intervinieron en el debate, el socialdemócrata Johannes Swoboda condenó los ataques, pero puso en guardia también contra una cierta “islamofobia” que puede difundirse en Europa, mientras que la verde Nicole Kiil-Nielsen comentó que “Europa non debe permitir a los extremistas dictar la agenda y no debe dar una falsa impresión de los musulmanes en general”.

Tras el debate en el aula, los diputados italianos organizaron una manifestación con velas en solidaridad con los cristianos víctimas de la violencia, iniciativa de ambos partidos mayoritarios, en la que tomó parte también el presidente del Parlamento, Jerzy Buzek.

Conferencia en el Consejo de Europa

El Centro Europeo por el Derecho y la Justicia (European Centre for Law and Justice, ECLJ) ha aplaudido la resolución, y anunciado una conferencia durante la próxima sesión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, el 25 de enero, sobre el tema “Persecución de los cristianos orientales, ¿cuál es la respuesta de Europa?”.

Participarán en la conferencia, entre otros, Antoine Audo, obispo caldeo de Alepo (Siria), el padre Emanuel Youkhanna, administrador apostólico de la Iglesia siro-oriental, y Grégor Puppinck, director del ECLJ.

Massimo Introvigne, representante de la OSCE para combatir la intolerancia y la discriminación contra los cristianos, presentará el creciente fenómeno anticristiano y formas concretas de acción para promover la tolerancia y los derechos de las comunidades cristianas.

“Hoy más que nunca es necesario que los Estados europeos se comprometan a ayudar a los cristianos”, subraya un comunicado del ECLJ. “Los Estados europeos deberían condenar con fuerza esta terrible violencia y emprender las acciones necesarias para ejercer presiones sobre los países para que defiendan a sus minorías religiosas”.

“Las minorías cristianas sufren la mayor parte de los brutales ataques y de las demás formas de discriminación social”, declaró Grégor Puppinck.

“Si el cristianismo es borrado de la región medio oriental, no sólo sufrirán esas sociedades por la falta de diversidad y de caridad, sino que la intolerancia hacia cualquier religión minoritaria será difícil de detener”, añadió el director del ECLJ.