RABAT, viernes 22 de julio de 2011(ZENIT.org).– La “primavera árabe” que numerosos países están viviendo puede ser también una oportunidad para los cristianos de “dar razón de la esperanza” que hay en ellos y de hacer germinar a su alrededor las semillas de paz, justicia y reconciliación, considera el arzobispo de Rabat, monseñor Vincent Landel.

En un editorial publicado en la revista de la diócesis de Rabat, Ensemble, monseñor Landel, SCJ, invita a los cristianos, incluso a los que están de paso, como es el caso de muchos de ellos en Marruecos, a interesarse por esta primavera árabe.

“No podemos permanecer como espectadores de todo lo que se transforma”, escribe.

“¿Sabremos, ante las personas que nos encontremos, dar testimonio de que esta primavera de la Iglesia es algo maravilloso?”, se pregunta.

Monseñor Landel está convencido de que esta primavera “puede mostrar su esplendor en el corazón de este mundo musulmán”, de que se trata de una “verdadera primavera porque nuestra fe está obligada a crecer”.

“¿Tendremos la audacia de decir por todos los continentes que podemos vivir una fe viva y vivificante en el corazón del mundo del islam?”, se interroga.

Y concluye: “¡Las palabras libertad, justicia, dignidad, participación, honestidad, responsabilidad,... no están vacías de sentido para nosotros los bautizados!”.