Miles de fieles procedentes del Valle de Traslasierra, de Córdoba y de distintos lugares de Argentina asistieron el domingo 26 por la mañana a la santa misa en memoria del centenario del fallecimiento del José Gabriel del Rosario Brochero, beatificado el 14 de septiembre de 2013. La celebración eucarística fue la conclusión de la Semana Brocheriana, actividad que desde hace años propaga la espiritualidad gestada por este sacerdote misionera argentino, conocido como el cura Brochero o el cura gaucho. Un modelo para los sacerdotes no sólo en su país sino también en toda América Latina.

(Leer aquí entrevista con la postuladora )

La misa fue presidida por el obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, quien bendijo al comienzo de la Eucaristía un busto del Cura Brochero, que desde ahora estará presentes en las obras edilicias en el predio donde se levantará el santuario en honor al beato y la casa de retiros “La Providencia”, según informa la agencia Aica.

Monseñor Olivera destacó "el sentido pascual de la vida cristiana, que del dolor de la muerte lleva al verdadero gozo por saber del destino final del alma justificada por el Señor". Además, quiso destacar la presencia constante de Brochero en el recuerdo de los serranos hasta la actualidad.

Teniendo presente la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, del papa Francisco, monseñor Olivera afirmó que Brochero "gastó y desgastó su vida para que su pueblo y todos vivan la alegría del Evangelio que produce el encuentro con Jesús".  Y añadió que “por ser él mismo alegre y cercano hizo de su vida sacerdotal una verdadera ofrenda para que sus fieles tengan la gozosa experiencia del Dios que los ama”.

El prelado recordó además que la diócesis vive un año misionero-vocacional, y animó a los jóvenes a mostrar que el llamado a la conversión pide disposición para dejar “las redes” y proyectos propios para seguir al Señor, y no quedar “enredados” en deseos propios.

Monseñor Olivera concluyó la homilía citando las palabras que dedicó el papa Francisco a los miles de fieles reunidos en la ceremonia de beatificación del Cura Gaucho: “Dejemos que Brochero entre hoy, con mula y todo, en la casa de nuestro corazón y nos invite a la oración, al encuentro con Jesús, que nos libera de ataduras para salir a la calle a buscar al hermano, a tocar la carne de Cristo en el que sufre y necesita el amor de Dios. Solo así gustaremos la alegría que experimentó el Cura Brochero, anticipo de la felicidad de la que goza ahora como beato en el cielo”.

(Leer la carta del Papa en ocasión de la beatificación del Cura Brochero)