(ZENIT Noticias / Barcelona, 23.11.2025).- De futbolista con aspiraciones sociales y noches sin rumbo a creador de un movimiento digital que quiere acercar a los jóvenes a la Iglesia. Esa es la historia de Quique Mira, fundador de Aute, un proyecto que nació como un puente entre el corazón inquieto de los jóvenes y la fe en Cristo. Hoy, junto a su esposa María Lorenzo, con la que hace poco contrajo matrimonio, testimonia que la verdadera felicidad se encuentra en vivir desde el amor y la santidad. A continuación una entrevista del corresponsal en España de ZENIT a un joven influencer:
Quique, tu vida dio un giro radical al pasar de un joven centrado en el fútbol y la vida social a un hombre de fe. ¿Qué fue lo que realmente quebró tu corazón para abrirlo a Cristo?
Mi conversión fue el 17 de abril de 2017, lo tengo grabado en mi corazón. En ese momento yo estaba metido en todo el mundo de la fiesta, el fútbol… Yo era un joven con un deseo de comerse el mundo, pero sin ninguna referencia, sin ningún modelo a seguir y sin un propósito.
Fue conocer al P. Javier y todo cambió en mi vida. Fue a través de su mirada, mirándome fijamente a los ojos, con sus ojos cristalinos y que me preguntó “Quique, ¿cuándo empezarás a tomarte la vida en serio?”. Entonces fue cuando comprendí que le preocupaba realmente mi vida, así fue cuando entré en una capilla y me rompí a llorar sintiendo una paz, un gozo y un amor increíble. Ahí fue mi primer encuentro con Cristo.
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Dices que los jóvenes no sabemos por qué vivimos. ¿Qué respuesta encontraste tú en el Evangelio que cambió tu vida?
En el Evangelio encontré un Cristo vivo, un Cristo que ha dado su vida por mí y que tiene la receta de la vida. Que Cristo tenga la receta de la vida para mí significa que Él es el Hombre que revela el sentido de la vida, siendo el hijo de Dios.
El Padre Javier fue clave en tu camino, pero también hablas de muchos “referentes pequeños” que te acompañaron. ¿Por qué es importante el acompañamiento y la comunidad en la fe, especialmente para los jóvenes?
Vivimos este tiempo como un “embarazo de corazón”, un poco más largo de lo común. Además, no sabemos si será niño o niña, bebé o más mayor, qué rasgos tendrá… y eso nos permite esperar sin poner etiquetas, amando sin límites. En este proceso también nos preparamos conscientemente para la llegada y, sobre todo, cuidamos y fortalecemos nuestro matrimonio, porque será el pilar de la familia que Dios nos confía.
El acompañamiento es una seguridad, es decir, es alguien que te acompaña, que te ayuda, que te escucha, es decir, es alguien que desde la caridad te acerca más al Señor y te da luz. Para mí ha sido fundamental el P. Javier y mi comunidad.
Aute nació de un viaje a Chicago y de una conmoción interior. Hoy es un proyecto con alcance internacional. ¿Cuál es el propósito profundo de Aute y qué diferencia marca frente a otros espacios de evangelización digital?
Aute tiene la misión de ser un puente universal entre el joven y la iglesia. Lo que hacemos es compartir el mensaje de Cristo a los jóvenes, es decir compartir el Evangelio, a través de contenido y medios digitales, así como con nuestra aplicación WayUpp que trata de ser un movimiento, un retiro, un Airbnb para la iglesia, pues según tú ubicación puedes encontrar todas las realidades eclesiales que tienes cerca de casa.
Hoy somos un equipo de más de 50 personas, con presencia en varios países, sobre todo en Latinoamérica y España, es apasionante.
Muchos jóvenes sienten que la Iglesia está lejos de sus inquietudes. ¿Cómo lográis con Aute traducir el mensaje eterno de Cristo en un lenguaje cercano y atractivo para ellos?
Hay un término que utilizamos mucho en el equipo de Aute que es “creatividad Evangelizadora”, sin cambiar ni modificar el Evangelio, porque Cristo es, ha sido y será siempre el mismo.
Lo que hacemos es intuir que el joven de hoy tiene un lenguaje, hay que discernir cuáles son las formas para llegar a ellos, usando así las herramientas de hoy para que sin modificar lo que Cristo ha dicho, cale en los jóvenes. Así es como lo hacemos desde Aute, para decirle al joven “Cristo te ama, no puedes solo, por eso vive la Fe en comunidad”. Todo esto brota del testimonio, de lo que nosotros vivimos, por eso cuando ven jóvenes que viven apasionadamente la vida, que todo lo ponen en manos del señor.
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Tú y María habéis vivido un noviazgo cristiano que culminó en el altar, ¿Cómo crees que vuestro testimonio matrimonial puede inspirar a otros jóvenes a vivir el amor de manera auténtica?
Descubriendo cómo Dios va haciéndonos ver que el matrimonio es maravilloso. Yo sin María no voy a ningún lado… Cada uno desde su individualidad y sus dones se da cuenta de esto.
Es increíble el amor comprometido, el amor que quiere querer, el amor fiel… esto es lo que intentamos mostrar en una sociedad que necesita ver. Nosotros mediante los contenidos digitales intentamos mostrar esto, así como mediante conferencias, mostrando lo que el Señor ha hecho con nuestras vidas.
El matrimonio es hoy un signo contracultural. ¿Qué le dirías a un joven que piensa que casarse para siempre ya no tiene sentido?
Le diría que es lo mejor que hay. Uno tiene que experimentar en el corazón que ha sido hecho para un compromiso y en el que Dios también se compromete, es una vocación, un llamado. Evidentemente si uno está viendo demasiado el mundo y cómo funciona, pierde fuerza, pero es que la mayor fuerza que tenemos es aprender a vivir de corazón y abrirnos al llamado que Dios tiene para nuestra vida.
El matrimonio es acoger una vocación y es dar una respuesta a lo que Dios tiene pensado para mi vida. Vivir así con la persona que amas, es apasionante.
Entre redes sociales, charlas y encuentros, dais testimonio ante miles de personas. ¿Cuál ha sido el momento más fuerte en el que habéis sentido que Dios os utilizaba como instrumentos?
Recientemente estuvimos en el jubileo. Estábamos recién llegados de dar una conferencia en Estados Unidos y nos sentíamos pequeños. Pudimos dar un testimonio de 10 minutos en Roma, fue terminar y romper a llorar, escuchando la canción de Huracán de Hakuna.
Por último, ¿cuál es tu sueño con Aute y con tu misión de evangelización? ¿Dónde te imaginas que Dios quiere llevar este proyecto en los próximos años?
Nuestra intención es llevarla a muchos países, compartiendo el mensaje de Cristo y que los jóvenes encuentren un espacio de oración. Nuestro objetivo es llegar a todos los rincones del mundo, y hacer presente a Cristo en la sociedad.
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