EL CARDENAL MARTINI RECIBE EL PREMIO «PRINCIPE DE ASTURIAS»

MADRID, 25 mayo (ZENIT.org-).- El cardenal Carlo María Martini, arzobispo de Milán, fue distinguido ayer en Oviedo con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por su «gran contribución al desarrollo del las Ciencias Sociales y del hombre» a través de sus estudios teológicos y bíblicos. El jurado tomó su decisión por unanimidad y destaca especialmente el trabajo realizado por el cardenal Martini «para abrir cauces de diálogo con otras religiones, con no creyentes y entre grupos sociales con dificultades de entendimiento». El Príncipe de Asturias es considerado como el premio más prestigioso concedido en España.

Este jesuita, que nació en Turín en el año 1927, ha dedicado una buena parte de su vida a la actividad docente y fue rector del Instituto Pontificio Bíblico, para en 1978 pasar a dirigir la Universidad Pontificia Gregoriana, fundada por Ignacio de Loyola. El Papa, Juan Pablo II, le nombró en 1979 arzobispo de Milán, la archidiócesis más grande del mundo, y en 1981 fue elevado a cardenal. Ha escrito más de 450 títulos, la mayoría comentarios al Antiguo y Nuevo Testamento.

El jurado, además, ha señalado su singular el libro «¿En qué creen los que no creen?», un diálogo sobre la ética en el fin del milenio, en el que publica su intercambio epistolar con Umberto Eco, quien hace pocas semanas obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

A la hora de decantar la decisión del jurado tuvo también peso su esfuerzo «por impulsar el diálogo y el entendimiento, no sólo en el marco religioso e intelectual, sino en la mediación social buscando siempre ámbitos de entendimiento entre las fuerzas presentes en los procesos productivos», así como su impulso a la Cátedra de los no creyentes.

En esta ocasión concurrían al Premio Príncipe de Asturias un total de 32 candidaturas de Europa y América y la del cardenal Martini había sido propuesta por una larga lista de Institutos y entidades, tanto de carácter religioso como seglar. El jurado estaba presidido por Manuel Fraga Iribarne, presidente de la Junta de Galicia.