Cuando el 5 de junio pasado, Putin se encontró con el Papa, el presidente no hizo pública esta invitación, provocando la decepción de los católicos en Moscú. Ahora bien, como el inquilino del Kremlin explica, la visita del Papa sería un escándalo si no sirviera para acercar a las dos Iglesias. «El Papa es un hombre inteligente. Comprende muy bien todo esto», concluye Putin.