El santuario, construido entre 1970 y 1975 gracias al impulso espiritual del beato Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, por el arquitecto Heliodoro Dols Morell, se alza junto a una ermita del siglo XI, en la que se venera la talla románica de la Virgen de Torreciudad. Actualmente es un centro internacional de peregrinaciones que recibe a miles de visitantes cada año; concretamente, este año es templo jubilar. El Papa, en un mensaje, lo ha calificado como «foco de paz y de compromiso cristiano».