Con este motivo, el obispo de Amboina, monseñor monseñor Petrus Canisius Mandagi y líderes protestantes, han hecho un nuevo llamamiento a la comunidad internacional para que presione ante el gobierno indonesio para que intervenga y ponga fin al genocidio que sufren en esto momentos los cristianos.
Monseñor Mandagi ha denunciado las conversiones forzadas al Islam. En un llamamiento con motivo de la jornada de oración releva que «Dios es amor. Todos aquellos que tienen una religión creen en Dios. Espero entonces que los creyentes, sobre todo los cristianos y musulmanes, puedan armarse. De otro modo, habremos traicionado nuestra religión».