CIUDAD DEL VATICANO, 27 julio (ZENIT.org).- Los Cursillos de Cristiandad celebrarán el próximo sábado su Jubileo con Juan Pablo II. Conocido familiarmente como «Cursillos», este movimiento eclesial, que surgió en España hace medio siglo, se encuentra extendido en estos momentos por todo el mundo.

Unos 20 mil «cursillistas» se reunirán el sábado por la tarde en Roma para celebrar juntos el Jubileo con cantos, oraciones, testimonios y, naturalmente, con un esperado encuentro con el Papa, que estará precedido por la eucaristía presidida por el cardenal James Francis Stafford, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos.

En cierto sentido, el nombre de «Cursillos» ya da una idea del camino que ofrece este movimiento, centrado precisamente en los retiros espirituales de tres días de duración, pensados para profundizar en lo esencial de la fe cristiana. Monseñor Vicente Cárcel Ortí, historiador de la Iglesia y experto en los movimientos eclesiales surgidos en la España de este siglo, ha explicado a los micrófonos de «Radio Vaticano» que «se trata de un movimiento reconocido por la Santa Sede, que participa activamente en la nueva evangelización. Nació en Palma de Mallorca, en los años cuarenta, fundado por un grupo de jóvenes. Muy pronto recibió la aprobación del obispo de Palma, quien siguió personalmente la andadura del movimiento ayudándose de otros sacerdotes. De este modo, la figura de los laicos ha sabido armonizarse muy bien con la del obispo de la diócesis y la de los sacerdotes, que han garantizado la plena fidelidad de este movimiento a la Iglesia».

«Los Cursillos han nacido para llevar la luz y la fuerza del Evangelio en los diferentes ámbitos --explica monseñor Cárcel Ortí--. Aunque están comprometidos con las parroquias, se plantean como objetivo hacer que los cristianos tomen conciencia de su propio bautismo, invitándoles a vivir en gracia y a formar en los diferentes ambientes --escuelas, oficinas, hospitales, etc.-- grupos cristianos que evangelicen "desde el interior", en especial, allí donde no se vive según los valores cristianos».

El Jubileo de los Cursillos coincide también con su tercera reunión mundial, que entre los seguidores es conocida con el nombre de «Ultreya». El movimiento está difundido en ochenta países. Donde más se ha extendido es en Europa, aunque también está sumamente presente en Estados Unidos, Canadá y América Latina. Hoy se calcula que el movimiento cuenta con unos 5 millones de adherentes.