La proyección tuvo lugar en la tarde de hoy en la sala cinematográfica del Palacio San Carlo, en la que Juan Pablo II ha sido espectador de algunas proyecciones, como cuando en enero de 1999 vio junto al actor y director italiano Roberto Benigni «La vida es bella».
Entonces las autoridades vaticanas mantuvieron en estricto secreto este acontecimiento y también en esta ocasión se han mostrado sumamente reservadas, «por tratarse de un acto de carácter privado».
Los invitados al estreno han sido unas cuantas personalidades de la Iglesia católica (cardenales, obispos y monseñores de la curia) así como exponentes del mundo de la cultura y del cine italiano, entre ellos, Franco Zeffirelli, Ermanno Olmi, Giuliano Montaldo y Felice Laudadio.
Como invitadas de honor, Christiane y Anya Kubrick, la mujer y la hija del desaparecido director, y Jan Harlan, cuñado y productor de la película de Kubrick, de cuya distribución se encarga el Instituto Luce.
«2001: una odisea en el espacio» fue elegida por la Filmoteca vaticana como una de las 45 películas más importantes del siglo XX y colocada en el primer puesto de la sección especial de obras artísticas, junto a títulos como «Cuarto poder» de Orson Welles o «Metrópolis» de Fritz Lang.