CIUDAD DE MÉXICO, 5 mar 2001 (ZENIT.org).- En materia de defensa de la vida humana, la institución familiar y las políticas públicas de población y de control natal, la Iglesia católica «está abriendo una nueva página» con el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada.
Lo ha afirmado la Comisión de Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal Mexicana en declaraciones publicadas por el diario mexicano «La Jornada».
Ahora bien, la Comisión aclara que Fox, primer presidente de México que no procede de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI)) desde hace más de 70 años, todavía no responde totalmente a las expectativas que se generaron con su triunfo electoral.
El presidente de esa Comisión y miembro del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Mexicana, el obispo Rodrigo Aguilar Martínez, denuncia en estas declaraciones que las instituciones de salud pública siguen ejerciendo «una enorme presión» contra las mujeres, sobre todo en las áreas rurales, para que acepten las prácticas de «control natal», incluso, condicionándolas a la «ayuda social» o la prestación del servicio sanitario.
El prelado lamentó que estas prácticas que persistían en el pasado dentro de las instituciones públicas de salud prevalezcan en la presente administración, porque se atenta contra la libertad de las parejas para elegir libremente el número de hijos que desean tener.
Monseñor Aguilar Martínez es obispo de la diócesis de Matehuala (San Luis Potosí) de modo que mantiene contacto con un número considerable de zonas rurales, de tal manera que «conozco muy de cerca este problema».