Según los resultados del Censo 2000 publicados hoy, los hispanos son en estos momentos en el país 35,3 millones, un 12,6% del total de los 281 millones de habitantes de Estados Unidos.
Por su parte, la población negra osciló entre 34,7 millones y 36,4 millones de personas, sin que se haya determinado la cifra exacta porque por primera vez, los estadounidenses pudieron marcar más de una raza al llenar la planilla del censo del 2000.
Los resultados sobrepasan las proyecciones realizadas sobre los hispanos, que experimentaron un crecimiento de 58% desde 1990. Esto se debe a que la Oficina del Censo utilizó un sistema de contról más efectivó que incluye inmigrantes indocumentados, incluyendo así a muchos hispanos recién llegados.
Según datos ofrecidos en meses pasados por la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, al menos el 70 por ciento de los hispanos es católico, de modo que esta oleada de inmigración está dando un nuevo impulso a la Iglesia en el país, que ya es la tercera más grande del mundo después de Brasil y México. Hoy los hispanos son en torno a un 35% de los católicos del país, que ya han superado los sesenta millones.