Artemije, conocido por su oposición al régimen del ex presidente Slobodan Milosevic y por su defensa de los serbio-kosovares, está en la República Checa desde el pasado viernes invitado por el obispo ortodoxo de Praga, Krystof, y hoy se entrevistó con el presidente checo, Vaclav Havel.
Para el prelado, los bombardeos de la OTAN causaron una tragedia mayor de la que se quería evitar: «No obstante –afirmó– la mayor tragedia sucedió cuando cesaron los bombardeos y se firmó la paz y a Kosovo llegaron las fuerzas militares de KFOR. Con ellas no llegó la paz y la libertad para todos los kosovares, sino solamente para los albaneses. Entonces comenzó la expulsión de los serbios, gitanos y otras minorías étnicas», agregó.