«La República de Namibia no autoriza ni la homosexualidad ni el lesbianismo. La policía ha recibido la orden de detenerlos, encarcelarlos y deportarlos», declaró ayer Nujoma en la universidad de Namibia. Nujoma criticó las «influencias extranjeras» en la juventud y denunció también el alcoholismo, causa, según él de la promiscuidad que favorece la propagación del sida.
La medida de Nujoma está en oposición abierta al Catecismo de la Iglesia Católica que en el número 2358 afirma que las personas que experimentan inclinaciones homosexuales «deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta». Al mismo tiempo, la Iglesia recuerda que los problemas éticos no se deben a la tendencia homosexual que puede experimentar una persona, sino a las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.