La denuncia, presentada por Steven Mosher, del Population Research Institute (PRI), ha sido recogida hoy por la agencia misionera de la Santa Sede, Fides.

«Los terribles terremotos en El Salvador dejaron sin techo a un tercio de la población, causaron 1.159 muertos y privaron de agua potable a cerca de 70.000 habitantes». Declara Steven Moser: «Dar píldoras para abortar a mujeres traumatizadas por el desastre, en lugar de agua, víveres y vestidos, demuestra que el Fondo de la ONU no pierde ninguna ocasión para tratar de reducir la población del Tercer Mundo».

La iniciativa es calificada de «imperialismo demográfico» por la presidente de la asociación «Sí a la vida» en defensa de la familia, Julia de Cardenal, quien acusa asimismo a la agencia de la ONU de difundir medios de esterilización «en tiempos de extrema necesidad para algunos Países», definiendo tal política «un ulterior insulto a los siniestrados».

El Salvador, en una enmienda de 1999 a su Constitución, rechazó el aborto, afirmando oficialmente que la vida comienza en el momento de la concepción.