ROMA, 28 mar 2001 (ZENIT.org).- El cardenal Camillo Ruini, vicario del Papa para la diócesis de Roma, abrió el lunes pasado su tercer mandato como presente de la Conferencia Episcopal Italiana ofreciendo orientaciones a los católicos del país que se encuentra plena campaña electoral.
El 13 de mayo los italianos tienen una cita con las urnas para escoger a sus diputados y senadores que deberán dar el apoyo al nuevo gobierno. Dos candidatos tienen la posibilidad de convertirse en el nuevo presidente del Consejo de Ministros: Francesco Rutelli, ex alcalde de Roma, candidato del centro-izquierda; y Silvio Berlusconi, magnate de los medios de comunicación en Europa, candidato del centro-derecha.
La Iglesia no debe involucrarse en la opción por un bando político de partido, explicó el cardenal Ruini en su intervención ante el comité permanente de la Conferencia Episcopal. Ahora bien, añadió, no debe tampoco ser acusada de injerencia política si ofrece principios que buscan ayudar al discernimiento de los creyentes llamados a votar.
En su amplia intervención, se puede extraer un auténtico decálogo en el que se exponen los criterios de fondo que debe tener en cuenta un católico al emitir su voto. Los presentamos aquí tal y como han sido sintetizados por «Il Corriere della Sera» (27 de marzo de 2001).
1. Vida: Debe ser defendida en «todo momento de su existencia». Esto implica, «respeto íntegro del embrión»; rechazo de la clonación y la eutanasia.
2. Familia: «Fundada sobre el matrimonio», no puede ser comparada con otras formas de convivencia. Es urgente una «ley orgánica» que ofrezca medidas fiscales de asistencia.
3. Paridad entre escuelas públicas y privadas: «Sigue siendo un objetivo de importancia primaria», que debe llevar a un apoyo «pleno y concreto» a la educación privada.
4. Justicia social: Trabajo, empleo, «atención» a las capas sociales más débiles y al sur del país más pobre, asegurando la «libertad y la eficacia del sistema económico».
5. Inmigración: «Acogida» para garantizar una «integración digna» en el «respeto de los valores y de las normas que regulan la coexistencia».
6. Seguridad: Es necesario oponerse con firmeza a «todo acto criminal o ilegal», respetando los «principios y garantías del Estado de derecho».
7. Salud, ambiente, naturaleza: Defensa que implica combatir los peligros «derivados de las violaciones de realidades de las que depende nuestra vida».
8. Reformas institucionales: Armonizar la revalorización de «las autonomías locales y de los cuerpos sociales intermedios» con el refuerzo adecuado del gobierno ejecutivo central.
9. Unidad europea: «Plena contribución de Italia» con este objetivo, sin renunciar al «patrimonio cultural, civil y moral» del país.
10. Solidaridad internacional: Entrega total a esta causa, así como a la causa de la justicia y la paz, en especial a favor de «las poblaciones en condición de pobreza inhumana».
