En la «Proclamación», publicada este martes, el presidente norteamericano llama a «todos los estadounidenses a reconocer este día con ceremonias apropiadas en nuestras casas y lugares de culto, para volver a dedicarnos al servicio compasivo, y reafirmar nuestro compromiso a favor del respeto de la vida y de la dignidad de todo ser humano».
«Cada niño es una prioridad y una bendición, y yo creo que todos deberían ser bienvenidos en la vida y protegidos por la ley», añade el documento.
Por este motivo, afirma el presidente, en agosto de 2002, firmó la ley de protección de niños que «ayuda a los más vulnerables de nuestra sociedad, asegurando que todo recién nacido, incluyendo los que han sobrevivido al aborto, sea considerado una persona y reciba protección bajo la ley federal».