PARÍS, 15 enero 2003 (ZENIT.org).- El secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, el arzobispo Jean-Louis Tauran, considera que Estados Unidos todavía puede cambiar de posición ante un posible ataque contra Irak.

«Todavía es tiempo de recordar a todos la necesidad de privilegiar el diálogo leal y la importancia de los mecanismos de la organización de las Naciones Unidas que tienen por objetivo solucionar los conflictos y los diferendos entre las naciones», afirma en una entrevista concedida este miércoles al diario parisino «Le Figaro».

El prelado francés no excluye la posibilidad de que la Santa Sede envíe mediadores a Irak con el objetivo de evitar la guerra, aunque deja claro que en este sentido «no hay ningún proyecto en curso».

Por lo que se refiere a la cuestión de Corea del Norte, que ha rechazado los acuerdos de no proliferación nuclear, monseñor Tauran confiesa su profunda preocupación, pues estas armas «no son como las demás».

«La amenaza del uso del arma atómica plantea un desafío único», afirma.

«En las circunstancias actuales, hay que mantener a toda cosa un diálogo constante con Pyongyang --propone--, evitar el aislamiento de Corea del Norte, pero al mismo tiempo comprometer a los socios para que apliquen los tratados de desarme», tanto el de no proliferación nuclear, como el de la prohibición de los ensayos nucleares.