«Es una hora dolorosa para la diócesis de Sankt Pölten y para la Iglesia en toda Austria», reconoció el 12 de agosto en una declaración monseñor Klaus Küng, obispo de Feldkirch (Austria), encargado por el Papa de la investigación de un escándalo de fotos pornográficas el 20 de julio.
El texto de la declaración ha sido referido por «Radio Vaticano».
«En los últimos años, en el seminario mayor de Sankt Pölten se ha prestado muy poca atención a los necesarios criterios de selección de los candidatos», afirmó el prelado, considerando que «es necesario un inicio completamente nuevo».
Sin embargo, subrayó, «no todos los seminaristas, ni todos los sacerdotes comprometidos en la formación, tienen que se considerados de la misma manera. Muchos de ellos se encuentran en el camino del sacerdocio con buenas intenciones, con empeño y en virtud de buenas premisas».
«Muchos de los profesores y de los orientadores espirituales dan lo mejor de sí y están dotados de las cualidades necesarias desde el punto de vista humano, espiritual y teológico», indicó.
«Se han dado también abusos graves –registraba el comunicado del obispo–: esto se ha quedado totalmente claro con las imágenes pornográficas descargadas de Internet por algunos seminaristas de manera morbosa».
Ha sido «muy doloroso», confiesa el prelado, «tener que constatar que han tenido lugar relaciones homosexuales activas».
Por este motivo, revela, «a pesar de un actitud comprensiva por los problemas de las personas interesadas», el obispo de Sankt Pölten, monseñor Kurt Krenn, «de acuerdo con la Santa Sede, ha tomado una grave decisión»: el cierre inmediato del seminario.
El enviado pontificio indica que la Iglesia tiene «necesidad sacerdotes con personalidad sana y capaces de soportar pesos. En la situación de la sociedad actual, los desafíos ante los que tienen que responder los sacerdotes en sus tareas de anuncio del Evangelio y de atención a las almas son muy elevados».
«Cuanto más se siente la falta de sacerdotes, los que se convierten en sacerdotes tienen un mayor deber de ser equilibrados, sinceros y virtuosos», tienen que «estar claramente orientados hacia Cristo, y al mismo tiempo estar bien arraigados sobre la tierra».
Por su mismo bien, indicó monseñor Küng, todos los candidatos al sacerdocio que han pasado por el seminario de Sankt Pölten «tendrán que someterse a un procedimiento de admisión en el que participarán personas expertas en la atención pastoral y, si es necesario, especialistas de prestigio».
«A algunos, que ciertamente no parecen ser aptos para el ministerio sacerdotal, se les ayudará a encontrar nuevas orientaciones de vida. Si lo desean, se les ofrecerá asistencia médica y espiritual», explicó el prelado.
Aquellos que demuestren tener las cualidades necesarias, estableció, «seguirán estudiando como candidatos al sacerdocio de la diócesis de Sankt Pölten».
En las próximas semanas «se estudiará» si, en el próximo año, «estos candidatos al sacerdocio vivirán en parroquias adaptadas para acogerles o si serán acogidos provisionalmente en el seminario de otra diócesis».
