Además el «Meeting» alcanza en esta ocasión su 25ª edición (22 a 28 de agosto de 2004). Se trata por lo tanto de «dos fechas importantes que se iluminan recíprocamente», celebró el Papa.
«Comunión y Liberación» (www.clonline.org) nació en Italia en 1954 cuando don Luigi Giussani (Desio --Milán--, 1922) dio vida, a partir del liceo clásico «Berchet» de Milán, a una iniciativa de presencia cristiana llamada Juventud Estudiantil.
Las siglas actuales, Comunión y Liberación (CL), aparecen por primera vez en 1969. Sintetizan el convencimiento de que el acontecimiento cristiano, vivido en la comunión, es el fundamento de la auténtica liberación del hombre. En la actualidad «Comunión y Liberación» está presente en cerca de setenta países en los cinco continentes.
No prevé ninguna forma de inscripción, sino únicamente la libre participación de las personas. Un instrumento fundamental de formación de los seguidores del movimiento es la catequesis semanal denominada «Escuela de comunidad».
La finalidad de este movimiento eclesial es la educación cristiana de sus propios seguidores y la colaboración con la misión de la Iglesia en todos los ámbitos de la sociedad contemporánea.
En esta línea, el «Meeting de Rímini» (www.meetingrimini.org) es un acontecimiento inspirado de forma explícita en la visión católica del mundo, fruto de la iniciativa de personas y grupos que viven la experiencia cristiana a través de CL. La cita llegó a reunir el año pasado en la localidad italiana a 700 mil personas.
135 encuentros, 19 exposiciones, 16 espectáculos y 7 eventos deportivos configuran estos días el 25º «Meeting» en torno al tema «Nuestro progreso no consiste en presumir de haber llegado, sino en tender continuamente hacia la meta».
Se trata de una frase de San Bernardo dirigida en 1139 a los benedictinos de Saint Bertin a fin de indicar un camino de renovación.
«En tiempos marcados por el cansancio de Occidente y por los perjudiciales maestros del nihilismo, esta frase llega como una bocanada de aire fresco», reconoce Giancarlo Cesana --uno de los responsables de CL— a la publicación «Meeting quotidiano» del evento.
«No nos sentimos en absoluto gente que ha llegado; lo que nos caracteriza es la continua tensión hacia la meta», prosigue.
Y es que «el objetivo de la vida cristiana es conocer a Dios a través de Cristo. Y la novedad que el cristianismo propone a todos es que la meta ha entrado en la historia, se involucra con todos los aspectos de la vida si bien nunca se agota».
«La meta a la que tendemos --concluye— no es un sueño o utopía, sino una realidad que está ya presente, de la que ya podemos gozar: Cristo».
Cardenales, arzobispos, misioneros, premios Nobel, ministros, científicos, empresarios, sindicalistas, sacerdotes y laicos se cuentan entre los asistentes al «Meeting», cuyo motor principal son los voluntarios, este año 2.800 de varios países.
A pesar del elevado número y la variedad de eventos que caracterizan el programa del «Meeting», la presencia de público en cada uno de los encuentros de contenido cultural es muy elevada: frecuentemente de cinco a diez mil personas, a veces incluso más.
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Aug 23, 2004 00:00