El mensaje, enviado a través del cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, al arzobispo de Bolonia, monseñor Carlo Caffarra, expresa la «cercanía espiritual» del Papa a quienes han quedado golpeados por el accidente, así como a «toda la nación italiana en estas horas de angustia».
El Santo Padre asegura que reza por el eterno descanso de los difuntos e invoca «el consuelo del cielo» para quienes lloran la pérdida de sus seres queridos.
Según las primeras investigaciones, la causa del accidente debería ser un «error humano» en el respeto de las indicaciones del tráfico ferroviario.