CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 17 enero 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II invitó este domingo a almorzar al presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi, y a su esposa, la señora Franca, después de haber rezado el Ángelus junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Lo confirmó en un comunicado de prensa Joaquín Navarro-Valls, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, quien aclaró que «fue un encuentro de carácter privado, muy cordial, con motivo del inicio del nuevo año».
El Papa quiso renovar con este gesto su felicitación al presidente italiano por sus 84 años cumplidos en diciembre (ambos nacieron el mismo año), mientras se encontraba en una visita de Estado en China.
En la última década, se ha creado una auténtica amistad entre Juan Pablo II y el presidente italiano, como lo confirman los once encuentros que han mantenido en los últimos once años. La primera vez que se encontraron fue el 24 de junio de 1993, cuando Ciampi era primer ministro.
La cordialidad entre el pontífice y Ciampi se manifiesta frecuentemente por teléfono. Ambos se felicitan con motivo del día de su santo (los dos se llaman Carlos en sus respectivos idiomas), el 4 de noviembre.
El Papa ha llamado por teléfono este año a Ciampi para manifestarle su cercanía al experimentar problemas de salud: el 13 de marzo cuando tuvo una caída; y el 23 de octubre, cuando le pusieron un pace-maker.
En su primer Ángelus de este año, el 1 de enero, el Papa dio las gracias «vivamente al señor presidente de la República Italiana por los auspicios» que le dirigió en el mensaje de final de año a los italianos.
«Como todos los años, mi primer auspicio se dirige a Su Santidad Juan Pablo II, que lanza cada día en el mundo, recogiendo todas sus fuerzas, mensajes de paz, que tocan el corazón y que hacemos nuestros», había dicho el presidente el 31 de diciembre.