CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 24 enero 2005 (ZENIT.org).- La promoción del entendimiento entre los pueblos es el secreto para que los medios de comunicación estén al servicio de la paz, asegura Juan Pablo II en el mensaje que ha escrito con motivo de la próxima Jornada de las Comunicaciones Sociales.
El tema ha propuesto para esta ocasión –se celebrará el 8 de mayo de 2005–, es «Los medios de comunicación al servicio del entendimiento entre los pueblos».
«Las modernas tecnologías nos ofrecen posibilidades nunca antes vistas para hacer el bien, para difundir la verdad de nuestra salvación en Jesucristo y para promover la armonía y la reconciliación», reconoce el Santo Padre.
«Por ello mismo su mal uso puede provocar daños enormes, suscitando incomprensión, prejuicios y hasta conflictos», añade en el texto distribuido en seis idiomas por la Sala de Prensa de la Santa Sede este lunes, fiesta de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas.
El obispo de Roma en su misiva plantea a los comunicadores una «necesidad urgente»: «promover la unidad de la familia humana a través de la utilización de estos maravillosos recursos».
«Un modo importante para lograr esta meta es la educación», añade. «Los medios pueden enseñar a millones de personas cómo son otras partes del mundo y otras culturas».
«Para muchos –constata– son el principal instrumento informativo y formativo, de orientación e inspiración para los comportamientos individuales, familiares y sociales».
«Un conocimiento adecuado promueve la comprensión, disipa los prejuicios y despierta el deseo de aprender más», indica. «Cuando los demás son presentados en términos hostiles, se siembran semillas de conflicto que pueden fácilmente convertirse en violencia, guerra e incluso genocidio».
«En vez de construir la unidad y el entendimiento, los medios pueden ser usados para denigrar a los otros grupos sociales, étnicos y religiosos, fomentando el temor y el odio. Los responsables del estilo y del contenido de lo que se comunica tienen el grave deber de asegurar que esto no suceda».
Por eso, señala el mensaje, «los medios tienen un potencial enorme para promover la paz y construir puentes entre los pueblos, rompiendo el círculo fatal de la violencia, la venganza y las agresiones sin fin, tan extendidas en nuestro tiempo».
El Papa confiesa su sorpresa al constatar la «gran influencia positiva» que pueden tener los medios de comunicación «para impulsar las movilizaciones de ayuda en respuesta a desastres naturales u otros».
«Ha sido conmovedor el ver la rapidez con que la comunidad internacional respondió al reciente tsunami, que provocó innumerables víctimas», reconoce.
Para lograr estos objetivos el obispo de Roma concluye ofreciendo un principio ético fundamental para la comunicación: «La persona humana y la comunidad humana son el fin y la medida del uso de los medios de comunicación social».
«Los comunicadores tienen la oportunidad de promover una auténtica cultura de la vida, distanciándose de la conjura actual contra la vida y transmitiendo la verdad sobre el valor y la dignidad de toda persona humana», propone.
El Papa confesando cuál será su oración en esta próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: «que los hombres y mujeres de los medios asuman su papel para derribar los muros de la división y la enemistad en nuestro mundo, muros que separan a los pueblos y las naciones entre sí y alimentan la incomprensión y la desconfianza».
La importancia de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales queda reflejada por el hecho de que es la única que surgió como propuesta de los participantes en el Concilio Vaticano II.
Puede leerse el texto íntegro de Juan Pablo II en la sección de «Documentación» de la página web de Zenit (www.zenit.org).