CIUDAD DEL VATICANO, martes, 25 enero 2005 (ZENIT.org).- Monseñor Vicente Juan Segura, recién nombrado obispo de Ibiza y Formentera (España) considera que «trabajar en la curia vaticana también es pastoral» ya que «detrás de los papeles hay almas».
Con esta afirmación desmiente la dicotomía entre «burocracia vaticana» y «pastoral». Vicente Juan Segura ocupaba hasta ahora el cargo de jefe de la sección para la lengua española de la Secretaría de Estado del Vaticano y fue nombrado el pasado sábado obispo de la diócesis de Ibiza y Formentera, islas baleares españolas.
El nuevo prelado ha declarado a Zenit que «además de la labor en la curia nunca he abandonado el trabajo parroquial».
«El primer domingo después del nombramiento episcopal estuve como siempre en la parroquia, dije las misas, confesé y desempeñé mi ministerio como siempre en las Hermanitas de los Ancianos Desamparados».
Al ser preguntado sobre si le costará dejar un entorno internacional como el de Roma para llegar a una realidad como Ibiza responde que «ciertamente, cualquier cambio cuesta», pero se muestra «muy ilusionado».
Para monseñor Vicente Juan es la primera vez que vivirá en una isla: «Es una novedad para mi, pero estoy seguro de que me acostumbraré».
El nuevo obispo español expresa a Zenit que «la experiencia del Vaticano me puede ser muy útil» y se marcha a su nuevo destino «con la actitud de escuchar y aprender».
Monseñor Vicente Juan ha ocupado numerosos cargos diplomáticos antes de su misión episcopal, y ha vivido en realidades tan distintas como las de Costa Rica o Marruecos.
Los retos pastorales que le esperan son numerosos, «especialmente la falta de sacerdotes», que obliga a los que hay a ser «muy generosos», reconoce.
Para el obispo electo «la pastoral vocacional será sin duda un tema a trabajar, pero no llego de nuevo a una diócesis, ha habido otros obispos y la herencia está allí, para hacerla fructificar», dice con simpatía y diplomacia, sin duda dos cualidades ejercidas en el Vaticano que le van a ayudar en su nueva misión.