XIAN, lunes, 5 diciembre 2005 (ZENIT.org).- Para la agencia misionera de la Santa Sede, «Fides», la brutalidad a la que fueron sometidas religiosas de Xian (China) y el sucesivo el apagón informativo «despiertan cada vez más preocupación, no sólo en el mundo católico, por cuanto está ocurriendo».
Al tratar de detener la demolición de una escuela diocesana (tal era el origen de la propiedad antes de la Revolución Cultural) que el gobierno ha vendido –contra la ley– a una empresa de construcción, dieciséis religiosas de la congregación de las Franciscanas Misioneras del Sagrado Corazón fueron insultadas y golpeadas (con consecuencias muy graves para algunas) el 23 de noviembre por cuarenta hombres.
Ya el jueves pasado la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) «AsiaNews» daba cuentas de que «ningún diario chino» daba la noticia «de las dieciséis religiosas pateadas en Xian».
La Santa Sede protestó enérgicamente con un comunicado del portavoz Joaquín Navarro-Valls (Cf. Zenit, 30 de noviembre de 2005).
El 2 de diciembre el órgano informativo («Fides») de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos alertó de que, «tras haber sido el primero en publicar detalladas noticias sobre la “violencia empleada en Xian contra religiosas indefensas” (según las palabras de Navarro-Valls), el sitio más conocido del mundo católico chino “Faith” (www.chinacatholic.org), de la comunidad católica de Hebei, fue oscurecido durante varias horas el 30 de noviembre» .
«La misma suerte corrieron los demás sitios católicos chinos que difundían noticias del episodio. Desde ayer estos sitios son nuevamente visibles, pero increíblemente ha desaparecido toda huella de los incidentes de Xian», alerta.
Por su parte, la agencia del PIME obtuvo y publicó la fotografía de una de las religiosas golpeada por aquellos hombres, y apunta que éstos fueron «enviados –dicen algunos de ellos— por el “distrito gubernativo de educación”».
Reclamando justicia tras la brutal agresión, 600 personas se manifestaron el 27 de noviembre por las calles de Xian. Fue organizada entre los fieles también para pedir el retorno de la escuela diocesana vendida por el gobierno a una empresa constructora.
Tras la fuga de noticias sobre la violencia contra las religiosas y la manifestación, los católicos de Xian temen represalias del gobierno, advirtió la agencia del PIME el viernes pasado.
Y es que la Oficina china de asuntos religiosos «ha soltado a sus miembros para investigar quién ha difundido la noticia», describe.
Así expresaron sus temores algunos sacerdotes, pues el gobierno ha enviado a las parroquias a miembros de la citada Oficina para descubrir quién participó en las protestas, quién guiaba la marcha y quién hizo fotografías y las divulgó.
La pretensión ilegal de las autoridades
Especializada en el mundo chino, la agencia del PIME señala la gravedad de la pretensión del gobierno de entonces vender el terreno de la escuela a la propia diócesis, que era propietaria del mismo en 1952.
Y es que, tras aquella manifestación de cientos de personas, el gobierno de Xian propuso a la Iglesia local que comprara el terreno, adyacente al convento de las religiosas franciscanas y a la catedral, por una suma equiparable a 650 mil euros (6,5 millones de yuanes).
El obispo auxiliar de Xian, monseñor Dang Minyan, se ha mostrado dispuesto a hablar del tema, pero fieles y sacerdotes consideran la propuesta oficial un robo y la tachan de inaceptable.
El Estado chino estableció en los años ochenta, tras la Revolución Cultural, que todos los edificios eclesiásticos fueran restituidos a los legítimos propietarios. Hasta la fecha, muchos conventos, escuelas y hospitales no se han devuelto aún a la Iglesia.
Algunas construcciones son útiles al partido; otras fueron confiscadas por líderes locales y vendidas, haciéndose con los beneficios de la operación.
Fuentes locales afirman, según «AsiaNews», que el gobierno teme que la reivindicación de las religiosas y de la diócesis cunda en otras comunidades, pidiendo que el gobierno siga las leyes emanadas por él mismo. Hasta se modificó la Constitución china el año pasado para introducir en ella la defensa de la propiedad privada.
Igualmente fuentes en Xian dicen que el prelado aceptará pagar sólo una suma simbólica. Pero la Oficina de asuntos religiosos en Xian defiende a la empresa, «que ya ha gastado un millón de yuanes por el terreno».
Por otro lado, el gobierno se ha comprometido a indemnizar con 3 mil yuanes a las cinco religiosas aún hospitalizadas, una suma –dicen algunos fieles– que «no sirve ni para pagar los gastos médicos».