Según el Concilio, «la Iglesia de Cristo es la Iglesia católica»

Estudio publicado por «L’Osservatore Romano»

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CIUDAD DEL VATICANO, martes, 6 diciembre 2005 (ZENIT.org).- Según el Concilio Vaticano II «la Iglesia de Cristo es la Iglesia católica y permanece en ella para siempre en su plenitud», afirma un estudio publicado por el diario de la Santa Sede.

El largo artículo, anunciado en la portada de la edición italiana de «L’Osservatore Romano» (5-6 de diciembre) aclara interpretaciones surgidas tras aquella histórica reunión de los obispos del mundo, que atenúan la identificación entre la Iglesia de Cristo y la Iglesia católica.

De este modo, según algunas interpretaciones posconciliares, no habría una diferencia substancial entre la Iglesia católica y otras comunidades cristianas.

El artículo se publica en vísperas del cuadragésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, este 8 de diciembre.

El estudio, firmado por el teólogo Karl Josef Becker, S.I., se concentra en el número 8 de la constitución dogmática «Lumen gentium», en el que se afirma que «la única Iglesia de Cristo» «subsiste en [«subsistit in»] la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él».

El significado de «subsistit in» –título del artículo– ha dado pie a apasionados debates teológicos.

Haciendo un largo y técnico análisis del camino que siguió el Concilio a través de los documentos preparatorios para llegar a esta afirmación, y teniendo en cuenta además lo que afirma el decreto conciliar sobre el ecumenismo, «Unitatis redintegratio», el padre Becker saca dos conclusiones.

En primer lugar, afirma, «la Iglesia de Cristo es la Iglesia católica y permanece en ella siempre y en plenitud. Antes, durante y después del Concilio, la doctrina de la Iglesia católica ha sido, es y será ésta».

En segundo lugar, aclara, «en las demás comunidades cristianas existen elementos eclesiales de verdad y de santificación que son propios de la Iglesia católica y empujan hacia la unidad con ella».

¿Por qué son llamados «eclesiales» estos «elementos?, se pregunta el teólogo. Entre sus respuestas, aclara que «son «eclesiales», pues son propios de la Iglesia católica».

In un sentido amplio, explica, se puede decir que «la Iglesia de Cristo actúa en las comunidades cristianas, pues Cristo, en cuanto cabeza (no cuerpo) de ella, actúa en estas comunidades. Cristo y el Espíritu Santo actúan en ellas reforzando los elementos que empujan hacia la unidad de los cristianos en la única Iglesia».

«Quien defiende con el Concilio Vaticano II la perpetua permanencia de todos los elementos salvíficos instituidos por Cristo en la Iglesia católica, está totalmente dispuesto a tomar en consideración los problemas abiertos por el Concilio Vaticano II. Es más, encuentra en su doctrina claras directivas sobre cómo afrontarlos y resolverlos», concluye el artículo.

El artículo debería ser publicado integralmente en las diferentes ediciones lingüísticas de «L’Osservatore Romano».

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ZENIT Staff

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