MADRID, miércoles, 7 diciembre 2005 (ZENIT.org).- El día de la Inmaculada Concepción, 8 de diciembre, a la una de la tarde, en el Paseo de la Castellana 36-38, se inaugurará el conjunto escultórico «Camino de santidad» con el que el Semanario ALBA, homenajea al Santo Padre Juan Pablo II.
Este conjunto escultórico realizado por el artista Juan de Ávalos refleja la imagen del que fue siempre conocido como «el Papa viajero» y que, acompañado de la Virgen María, inicia su último viaje, el camino a la santidad, explica en un comunicado el semanario de información religiosa.
«La idea con que el conjunto escultórico ha sido elaborado recordará a todos la infatigable vida del Papa en todos los momentos de su vida, su profunda devoción a la Virgen y su inagotable lucha por la paz que, todavía hoy, sigue mostrando sus frutos», añade.
El proyecto se ha financiado gracias a las aportaciones de los lectores y suscriptores del Semanario ALBA.
«Con este homenaje, se otorga a las calles de Madrid el regalo de la presencia perenne de un hombre indispensable para la historia de la Cristiandad contemporánea que tanto amó «la Tierra de María»», añade el comunicado publicado por ALBA, publicación del Grupo Intereconomía.
El emplazamiento, en el corazón de Madrid, ha sido escogido pues a pocos metros Juan Pablo II se reunió el 3 de mayo de 2002 con cientos de miles de personas para canonizar a cinco beatos españoles.
El conjunto escultórico mide cerca de 7 metros y para su realización se ha empleado media tonelada de bronce patinado en tonos verdosos y calientes. En él aparecen el Santo Padre, con una altura de 2,10 metros, junto a un pedestal en el que está, de pie, la Virgen María, cuya altura es de 2,60 metros.
En la columna donde se apoya la Virgen María están escritas las palabras con las que Juan Pablo II se despidió de los españoles en su último viaje a ese país: «Hasta siempre España, hasta siempre Tierra de María».
El semanario ALBA ha puesto a disposición de todos sus lectores, réplicas a escala de Camino de Santidad, para que puedan disfrutar de este homenaje a Juan Pablo II en su casa, en su escuela o en su parroquia, porque, como explica siempre su autor, Juan de Ávalos, «el arte es para el pueblo, no para grandes intelectuales».
Juan de Ávalos, extremeño de 94 años, ha afirmado que quiere que ésta sea la obra por la que se le recuerde en la posteridad.
