Con esos términos se hace eco «Ayuda a la Iglesia Necesitada» (AIN) del apremio del cardenal sudanés Gabriel Zubeir Wako.
Y es que, como recuerda la Obra de Derecho Pontificio, la regeneración es un asunto urgente en el sur de Sudán, que no acaba de recuperarse de una guerra civil más de dos décadas que acabó con la vida más de dos millones de personas y puso en fuga a millones de habitantes.
El llamamiento del purpurado se produjo en el contexto de la celebración del 50º aniversario de la erección de la diócesis meridional de Rumbek, establecida como vicariato apostólico en 1955.
Más de diez mil personas participaron en la Misa y en la procesión eucarística que culminaron los festejos de la citada diócesis –entre las más pobres del país--, a cuyo frente se encuentra el obispo Cesare Mazzolari.
«Una muchedumbre en fiesta» acogió al arzobispo de Jartum el pasado 4 de diciembre, describía por su parte la agencia «Fides» de la Santa Sede, informando de que en su homilía el prelado subrayó la importancia de la Eucaristía para el crecimiento espiritual, la unidad y la paz, así como los perjuicios de la poligamia.
«La alegría de la gente me conmovió profundamente. Fue una fiesta en medio de la miseria», reconoció el cardenal Gabriel Zubeir Wako –invitado de honor en tal aniversario-- en un mensaje enviado a AIN.
Confirma este organismo que el progreso de los planes de reconstrucción de Rumbek y otras comunidades devastadas en la guerra se está estancando a causa de las continuas disputas acerca del rumbo que debe tomar el proceso de paz, cuyo punto culminante se espera que sea el referéndum en el sur de Sudán sobre la independencia del norte.
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Dec 20, 2005 00:00