S.O.S. de «Caritas» para alimentar a los huérfanos del genocidio ruandés

CIUDAD DEL VATICANO/KIGALI, miércoles, 1 marzo 2006 (ZENIT.org).- África continúa entre los últimos comunicados de «Caritas Internationalis» (CI), confederación católica de ayuda que ha lanzado una llamamiento especial de emergencia solicitando 400.000 dólares estadounidenses para distribuir ayuda alimentaria en Ruanda.

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Y es que el país aún está incapacitado para salir adelante y «sigue careciendo de poder económico» –advierte CI– a pesar del tiempo que ha transcurrido desde el genocidio.

La sangrienta tragedia ruandesa estalló el 7 de abril de 1994, cuando tuvieron lugar graves enfrentamientos entre hutus y tutsis.

En sólo tres meses 800.000 personas (tutsis y hutus moderados) fueron masacradas y tres millones de ruandeses tuvieron que huir del país, mientras los cadáveres flotaban en los ríos y en el lago Victoria,

La población actual de Ruanda se estima en menos de 8,5 millones de personas.

«El genocidio ha dejado a este país literalmente sin mano de obra», explica el padre Oreste Incimatata, secretario general de «Caritas Ruanda».

Las mujeres, cerca del 70% de la población, aún representan la mayor parte de la actividad económica, pues muchos hombres están en el ejército o encarcelados, a la espera de juicio por crímenes de guerra; otros muchos varones huyeron al Congo.

Y aunque Ruanda es en su mayor parte un país montañoso con precipitaciones suficientes, tiene también tierras bajas y mesetas al sur y al este. Estas zonas son semiáridas, y una pequeña fluctuación en la pauta normal de lluvias puede desencadenar una crisis alimentaria.

Las lluvias de la pasada primavera acabaron anticipadamente, y las abundantes lluvias que suelen caer entre septiembre y diciembre hicieron su aparición de forma intermitente. Los cultivos no se desarrollaron. Y casi el 85% de la población de Ruanda vive de lo que produce, mediante la agricultura.

Del informe de CI se desprende además que, en muchos casos, cabezas de familia son niños que cuidan de otros niños, o mujeres viudas que se han quedado solas y deben sostenerse a sí mismas y a sus familias.

Numerosos huérfanos viven en la calle.

Las familias se vieron diezmadas y en su mayoría perdieron todas sus posesiones durante el tiempo de conflicto.

Hay quien consigue seguir adelante, pero los más vulnerables no son capaces de superar esta situación –advierte la confederación católica de ayuda–, como es el caso de enfermos, ancianos, viudas y niños, pues no hallan medios necesarios para comprar alimentos.

En su asistencia, «Caritas Ruanda» tendrá en cuenta especialmente a estos grupos, que suman más de 160.000 personas.

Trabajará en estrecha colaboración con las autoridades de Ruanda para comprar alimentos de proveedores cuidadosamente seleccionados y distribuirlos a las personas necesitadas.

«Caritas Ruanda» tiene ya personal con experiencia en situaciones de emergencia, y supervisará la labor realizada por la red en ámbito diocesano y parroquial.

En los tres meses que durará el proyecto, preparará además informes periódicos para garantizar la transparencia operativa y financiera.

«Caritas Internationalis» es una confederación de 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social que trabaja en 200 países y territorios.

[Más información: www.caritas.org]

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ZENIT Staff

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