CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 2 marzo 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI mantuvo este jueves una conversación con los párrocos de Roma en la que les invitó, entre otras cosas, a defender la vida y la familia.
En el tradicional encuentro de inicio de Cuaresma, que duró unas dos horas, participaron los representantes de las más de 330 parroquias romanas, en las que trabajan unos 5.500 sacerdotes.
Según la crónica de la audiencia, ofrecida por «Radio Vaticano», el Papa subrayó que «es importante enseñar la oración en familia».
Tras compartir la preocupación de un presbítero sobre el asilamiento de las familias y en las familias, constató la necesidad de que formen parte activa de la vida de la Iglesia para que así se contribuya a salvar a la familia.
En sus respuestas a los párrocos, también destacó la importancia de la adoración de la Eucaristía, que según dijo, siempre debe ser alentada.
Retomando la encíclica «Deus caritas est» dirigió palabras de aliento a cuantos se comprometen a favor de los pobres y los enfermos como testigos del amor cristiano.
Según han recogido las agencias de noticias italianas, el Papa también respondió a la pregunta de un sacerdote sobre el papel de la mujer en la Iglesia.
«El sacerdocio es un sacramento, no un poder del que la Iglesia puede disponer según su complacencia. Pero nuevos espacios y papeles podrán abrirse a las mujeres en la Iglesia», afirmó según estas fuentes.
Tanto el pontífice como el cardenal Camillo Ruini, obispo vicario para la diócesis de Roma, recordaron el testimonio de amor cristiano dejado por el padre Andrea Santoro, sacerdote de la diócesis de Roma, «fidei donum» en Turquía, asesinado el 5 de febrero.
En Cuaresma, subrayó el Papa, según revela la emisora pontificia, tenemos que recordar que «un mundo vacío de Dios, que ha olvidado a Dios, pierde la vida y cae en una cultura de la muerte».
Este peligro, dijo, había sido ya indicado por Juan Pablo II en la encíclica «Evangelium vitae». Ofreciendo la vida, añadió, podemos encontrarla. Este es el «sentido último de la Cruz».
El Papa también habló, según señala la agencia ANSA, de África: «Le debemos el que transmita una fe gozosa y viva».