Durante la oración, que en la capital española tuvo lugar en la sede de la Universidad Francisco de Vitoria, los universitarios rezaron, por invitación del cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid, por el «descanso eterno» de los fallecidos en los ataques contra los trenes.
En su intervención, que fue escuchada por el Papa, por los miles de jóvenes que le acompañaban en el Vaticano, y por universitarios de otras once ciudades de Europa y África, el purpurado imploró también el «consuelo de la fe» para sus familiares y amigos en este día «tan especial para todos los madrileños», informa «Análisis digital».