Como portavoz, confirmó esta información monseñor Ramón Viloria, obispo de Puerto Cabello y secretario general del episcopado, quien además señaló que sus integrantes deberán acompañar desde la misión pastoral y evangelizadora de la Iglesia al pueblo venezolano en este año electoral.
Monseñor Viloria consideró que las personas designadas son de amplia aceptación y coincidencia entre los obispos y laicos consultados, todos ellos de reconocida competencia y experiencia en asuntos jurídicos y sociales.
La Comisión será presidida por el obispo de Los Teques, monseñor Freddy Fuenmayor e integrada por monseñor José Luis Azuaje Ayala, presidente de Caritas de Venezuela y de la Pastoral Social, monseñor Saúl Figueroa Albornoz, presidente de la Comisión Episcopal de Laicos, el padre Luis Ugalde, rector de la Universidad Católica Andrés Bello y observador de procesos electorales.
Los otros componentes son el padre Luis Tineo, director del semanario católico «La Iglesia Ahora» y párroco de la Anunciación del Señor, Caracas, el decano de la facultad de derecho de la Ucab, Jesús María Casal, y el presidente del Consejo Nacional de Laicos, Mario González Casado; Carmen Elena Crespo de Hernández, miembro de la Federación Interamericana de Abogados y del Tribunal Internacional de la Comunidad Andina, quien ocupó la presidencia de la sección Administración de Justicia y la hermana mercedaria Neida Rojas, miembro del Concilio Plenario de Venezuela.
Destacó monseñor Viloria que en el Comité de Postulación designado por la Asamblea Nacional «deberá imponerse la noble y trascendental tarea de escoger, con responsabilidad y conciencia, los rectores que, por su solvencia y credibilidad moral, garanticen a los venezolanos y venezolanas que el próximo mes de diciembre si pueden depositar su voto con tranquilidad, confianza y seguridad».
Así mismo destacó que «el propósito de la comisión designada por la Conferencia Episcopal será, a corto plazo, facilitar entre los diversos actores políticos, diálogos y encuentros que contribuyan a generar un ambiente propicio al desarrollo confiable y transparente de las próximas elecciones; y, a mediano y largo plazo, fomentar la puesta en marcha de programas formativos y concientizadores inspirados en el recién publicado Compendio de Doctrina Social de la Iglesia».