POIPET, miércoles, 22 marzo 2006 (ZENIT.org).- Nueva iniciativa de los salesianos en Camboya: para finales de abril han programado un seminario de educación sobre el tema «Los jemeres ayudan a los jemeres: propuesta de educación informal para los muchachos de la zona de Poipet».
El «Don Bosco Centre» de Poipet fue inaugurado en octubre de 2003.
La mayoría de los camboyanos se consideran jemeres, descendientes del Imperio de Angkor, que se extendió por el sudeste asiático y alcanzó su apogeo entre los siglos X y XIII.
Poipet está integrado en el poblado de Palilai --en la provincia de Bantea Meanchey, en la frontera con Tailandia--.
El poblado, de unas 70.000 personas, es una realidad poco definida, pues es zona de tránsito entre Tailandia y Camboya y la gente está, con frecuencia, de paso.
Ahí se registra uno de los mayores problemas sociales: el tráfico de mercancías y, por desgracia, también de personas y niños, explica ANS (Agencia internacional salesiana de información) haciéndose eco de la nueva iniciativa de formación en Poipet.
El Centro Don Bosco acoge a muchachos ofreciéndoles una educación escolar y profesional y un centro juvenil abierto a todos.
La idea del seminario surgió de la experiencia de algunos jóvenes voluntarios que enseñan en los poblados a muchachos que, por distintos motivos, no pueden asistir a la escuela. El objetivo del seminario es formar a los voluntarios.
Entre los conferenciantes del seminario se prevé la presencia del director del «Don Bosco Tech» de Sihanoukville y, pendiente de confirmación, la del responsable del Ministerio de Educación de Camboya.
A finales del pasado año se cumplieron los 450 años de la presencia de la Iglesia en el pequeño país de Indochina. Era el año 1555 cuando el primer misionero dominicano, el padre Gaspar De Cruz, llegó a Camboya y comenzó la evangelización del país.
En el pueblo de Thank Kok, en la Prefectura de Battambang, existe un monumento dedicado a los mártires de la Iglesia en Camboya asesinados durante el régimen de los «jemeres rojos» (1975-1979).
La represión de los «jemeres rojos» y el feroz régimen de Pol Pot, que en tal período provocaron cerca de dos millones de muertos, no lograron suprimir la presencia cristiana. Pero sólo desde hace una quincena de años es posible profesar públicamente la fe.
La Iglesia católica en Camboya está formada por una comunidad de 30.000 fieles entre una población de 12 millones de habitantes.
[Más información sobre iniciativas salesianas en el portal plurilingüe www.sdb.org].
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Mar 22, 2006 00:00