«Como Nación tenemos el reto de trabajar juntos por el progreso, por la inclusión de todos sin ningún tipo de discriminación, por los derechos humanos, por la convivencia social, por la justicia, la fraternidad la libertad y la paz. Ante la tumba de San Pedro, he orado pidiendo a Dios por nuestra Patria», afirma el purpurado en su misiva escrita que ha hecho llegar a los ciudadanos venezolanos a través del diario «El Universal».
«Recibo esta altísima distinción con humildad, como un gesto hermosísimo del Santo Padre Benedicto XVI quien, al designarme cardenal, expresa de esa manera su afecto por la Iglesia arquidiocesana de Caracas, por la Iglesia en todo el país, y por todo el pueblo venezolano», asegura el arzobispo capitalino.
«Ser Cardenal de la santa Iglesia es para mí un mayor compromiso –añade–: ser más fiel al Señor, ser un mejor arzobispo, colaborar más estrechamente con el Santo Padre, trabajar unido a todos mis hermanos obispos por la evangelización, la justicia y la paz en Venezuela. Así lo asumo, y para ello confío en sus oraciones y en su apoyo».