MADRID, martes, 28 marzo 2006 (ZENIT.org).- Al inaugurar este lunes la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española, su presidente, monseñor Ricardo Blázquez, manifestó el interés de la Iglesia por contribuir al proceso de paz, tras el anuncio de ETA de proclamar un alto al fuego permanente.
Este comunicado, del 22 de marzo, reconoció el obispo de Bilbao, «ha suscitado un haz de sentimientos: alivio, alegría, prudencia, cautela, responsabilidad, y por encima de todo, esperanza».
Recordando que «aunque intentos anteriores no llegaron al fin deseado de la desaparición de la violencia terrorista y de la misma organización, renace ahora en nosotros la esperanza», reconoció
El obispo recordó a las víctimas del terrorismo, considerándolas «el testimonio doliente de la violencia padecida». «Nos recuerdan con la singular elocuencia de la muerte y del sufrimiento la trascendencia del desafío ante el que la nueva situación nos emplaza», añadió.
«La unidad de los gobernantes y representantes políticos, la colaboración de la sociedad, el trabajo paciente, la altura de miras y la esperanza que sostiene en el camino, a pesar de los obstáculos, son buena garantía para llegar a la meta de la paz plena, que se asienta en los pilares de la verdad y la justicia, la libertad y el amor», aseguró.
«Pedimos al Dios de la paz que ilumine y dé acierto a quienes tienen la responsabilidad específica de conducir este proceso», afirmó.
Por último, aclaró que «la Iglesia, que participa en las esperanzas y las tribulaciones de la sociedad, manifiesta su disponibilidad a contribuir en la medida de sus posibilidades».