ROMA, domingo, 3, diciembre 2006 (ZENIT.org).- Ante la reforma de los estudios universitarios derivada de la adhesión de la Santa Sede al «Proceso de Bolonia» –al que se han adherido ya las universidades de 45 estados europeos– para el reconocimiento recíproco de los títulos académicos, se advierte cada vez más la exigencia de una mejor formación teológica de los laicos.
Lo afirma monseñor Giuseppe Lorizio, director del Instituto «Ecclesia Mater» de la Universidad Pontificia Lateranense, que desde hace varias semanas ha puesto en marcha el Observatorio de Formación Teológica de los Laicos (OFTeL). Se trata de una «newsletter» de conexión entre profesores, estudiantes, instituciones, para una difusión capilar de noticias y el intercambio de experiencias.
La «newsletter», cuyo director es el periodista italiano Fabrizio Mastrofini, se presenta como «un instrumento de trabajo y de conexión entre todos aquellos que se ocupan de la formación teológica de los laicos a nivel profesional y de los mismos laicos en formación o ya formados, que desean profundizar los temas de mayor actualidad y mantenerse al día sobre la evolución de los itinerarios formativos».
Con la introducción del itinerario formativo para los institutos superiores de Ciencias Religiosas de tres años para el primer ciclo y de dos años para el segundo ciclo (la licencia),, ha aumentado la conciencia de que la formación teológica de los laicos es uno de los desafíos decisivos para la vida y el futuro de la Iglesia.
En una entrevista publicada por el periódico «Settimana» de los dehonianos de Bolonia (nº 36/2006, pag. 12), del que OFTeL ha publicado algunos extractos, monseñor Lorizio afirma que «a través de nuestro instituto, la Facultad de Teología se abre a los laicos y esto creo que le ofrece una oportunidad interesante de verificación y validación de las propias perspectivas teológicas para un laicado cada vez más exigente y preparado, y también profundamente interesado en el saber teológico».
Además, «con el inicio de la integración en el Proceso de Bolonia y el automático reconocimiento de los títulos, que tendrá efecto en 2010, la teología encuentra un espacio público importante, en cuanto que se reconoce su carácter científico y propiamente académico», añade.
Monseñor Lorizio, que subraya entre los diversos desafíos el de abatir «la barrera entre cultura teológica y cultura ‘laica’». Este proceso, aclara, «puede ser una ventaja para la superación de la fragmentación del saber teológico, en cuanto que los institutos presentes en el territorio deberán coordinarse con la facultad de referencia, la cual ejerce sobre ellos el control y en ellos confiere los títulos».
Monseñor Lorizio afirma que es grande la demanda de formación teológica para los laicos y que «no se refiere sólo a los posibles itinerarios académicos sino a itinerarios formativos para la catequesis, la liturgia y la caridad».
En cuanto a las salidas laborales previstas para el futuro para los laicos que han decidido seguir este itinerario formativo, monseñor Lorizio señala que «la enseñanza de la Religión en las escuelas sigue siendo prioritaria», al menos en Italia.
«Todavía no estamos habituados a tener laicos profesionales al servicio de la pastoral en sus diversas articulaciones, y sin embargo sería hora de que se trabajara en la detección de verdaderas figuras profesionales que puedan asumir responsabilidades adecuadas en la comunidad eclesial», concluye.
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