BOGOTÁ, lunes, 4, diciembre 2006 (ZENIT.org).- Frente a las diferentes formas de violencia contra la mujer –que alcanza niveles críticos en Colombia-, la Iglesia en el país hace una llamada de atención sobre el drama con la campaña: «Mujer, soy un signo vital. No aceptemos ningún tipo de maltrato».
Se trata de la campaña de la «No Violencia contra la Mujer 2006-2007» que ha lanzado el Secretariado Nacional de Pastoral Social de Colombia [(SNPS)/Cáritas Colombiana], organismo de servicio dependiente de la Conferencia Episcopal de Colombia y encomendado a la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Caritativa.
El lanzamiento de tal iniciativa ha tenido como marco el «Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer» (25 de noviembre), confirma Cáritas de Latinoamérica y El Caribe (http://www.caritaslac.org/).
Se busca con la iniciativa en Colombia evidenciar que la dignidad de la mujer exige que no se ejerza ningún tipo de agresión sobre ella.
Igualmente busca llamar la atención de una manera especial sobre la pobreza que viven muchas mujeres como una violencia estructural, ya que el mayor número de población pobre en el mundo está constituido por mujeres.
«La violencia contra las mujeres es un cáncer que se va consumiendo por dentro de la sociedad misma en todos los países del mundo», denuncia el documento presentado para la campaña.
Y añade: «En guerra y en tiempo de paz las mujeres son víctimas de atrocidades por el simple hecho de ser mujeres… en todo el mundo, al menos una de cada tres mujeres sufre violencia grave alguna vez en su vida».
Durante el tiempo de la campaña se realizará mensualmente un reconocimiento a «mujeres y hombres que desde su misión, trabajo, compromiso y esfuerzo diario, construyen nuestro país desde los diferentes espacios que comparten y viven».
Con la misma periodicidad se propondrá un tema y una actividad, buscando favorecer la transformación de actitudes de indiferencia, violencia y discriminación.
Todos los sectores de la sociedad colombiana están invitados, con esta iniciativa, a tomar la decisión seria y responsable de no permitir por razón alguna el maltrato contra la mujer.